Capex, por la paz de género

Bajo la coordinación del Centro de Innovación y Formación Profesional (Capex), varias instituciones privadas y del Estado desarrollan un programa para fomentar la convivencia y la paz de género entre los trabajadores de la Zona Franca Industrial de esta ciudad, donde ya casi tres mil empleados han recibido cursos formativos en ese aspecto. Los temas tratados por expertos y funcionarios del ministerio público local se dividen en “violencia intrafamiliar y seguridad ciudadana”, donde se pretende favorecer a todos los obreros del principal parque empresarial de Santiago. Este proyecto, que busca disminuir la violencia de género y mejorar las relaciones familiares y sociales, es el resultado del acuerdo firmado en mayo pasado entre la Procuraduría General de la República, la Corporación Zona Franca Industrial de Santiago, el Consejo para el Desarrollo Estratégico de la Ciudad y el Municipio de Santiago, la Asociación de Empresas de Zonas Francas y Capex. Rebeca Yunén, encargada de Mercadeo y Comunicaciones del Centro de Innovación y Formación Profesional de Capex, y Katy Lizardo, ejecutiva de esa institución y consultora senior del Parque Industrial Víctor Espaillat Mera, explicaron el funcionamiento del programa de formación de hombres y mujeres del complejo empresarial, para una mejor convivencia familiar y social. Yunén indicó que el ministerio público de Santiago dispuso un equipo de su Programa Fiscalía y Sociedad, preparados para esos fines, compuesto por Esmeldiza Marte, Mario Almonte y Juan Raúl Marte como facilitadores que ofrecen las charlas a los trabajadores que envían a las empresas los lunes y los jueves. LOS HOMBRES JURAN CAMBIAR SUS FORMASDurante las charlas de los fiscales adjuntos se realizan actos donde los hombres prestan juramento para cambiar de actitud en sus relaciones de pareja y familiares, para ser más respetuosos y tolerantes, y lograr de esa forma superar las contradicciones dentro del marco del respeto y la consideración. Según la valoración de las ejecutivas del Capex, esos rituales de los varones son muestras de que el mensaje cala en los sentimientos de los hombres, y se generan cambios positivos que debe manifestarse en una disminución de la violencia de género e intrafamiliar, arraigada por la tradición machista de los hombres.