REPORTAJE
Espacios con corazón
A PESAR DE SUS MÚLTIPLES RIQUEZAS HISTÓRICAS, LA CIUDAD CARECE DE UNA RUTA OFICIAL QUE IDENTIFIQUE ESPACIOS CUYO ATRACTIVO CULTURAL SEA APRECIADO POR MUNÍCIPES, VISITANTES NACIONALES Y EXTRANJEROS
Los monumentos cuentan en silencio la historia de los pueblos. Hechos que marcan eras, personajes pintorescos, héroes anónimos y heroínas de siempre son retratados por las ciudades a través de los símbolos que coronan plazas públicas, aceras, esquinas, lugares. El Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén, retrató con un soneto las cosillas que hacen particular el famoso restaurante La Bodeguita del Medio, de La Habana Vieja. Del mismo modo, otros espacios del planeta son reconocidos (e implantan récord de visitas) por la singularidad de quienes protagonizan su historia, perpetuada de generación en generación. Por ejemplo, la arqueóloga dominicana Kathleen Martínez lleva años tras la tumba de Cleopatra, en Egipto, guiada por su olfato, sapiencia y por el ritual de vida que encarnó la reina egipcia. Pese a su fortuna histórica y cultural, Santiago carece de una ruta histórica que permita a sus habitantes conocer los hechos relevantes acaecidos en su ciudad y que sirva de ruta a las visitas que se desmontan en el área monumental o pasean por la emblemática calle Del Sol. Desde el punto de vista histórico, el escritor e historiador Edwin Espinal Hernández cita seis lugares especiales de la ciudad que lastimosamente no están identificados en un sendero oficial con avisos de rigor. Espinal se refiere al Hotel Matum, el Monumento a los Héroes de la Restauración, el Parque Duarte, Monumento Fuente del Parque Duarte, la Catedral Santiago Apóstol y la Fortaleza San Luis, ubicada a orillas del río Yaque. DE VALOR HISTÓRICOCULTURAL EN SANTIAGOHotel Matum. Escenario de la “Cena del Matum”, en 1955, un homenaje a Federico C. Álvarez, que devino en una muestra de la intolerancia del régimen trujillista, y de la “Batalla del Matum”, epílogo de la revolución de 1965. Monumento a los Héroes de la Restauración. Símbolo por excelencia de la ciudad. Dedicado originalmente a la Paz de Trujillo y luego a los héroes restauradores tras la caída de la dictadura en 1961. Su construcción, entre 1944 y 1952, marcó definitivamente la imagen urbana de Santiago. Parque Duarte. Antigua Plaza de Armas en la colonia y centro clave de la vida social de la ciudad por más de 100 años. A su alrededor se crearon los edificios del Gobierno. Fue llamado Parque Central e inaugurado en 1884 como parque de recreo por Ulises Franco Bidó. El Ayuntamiento lo designó parque Duarte. La glorieta tuvo dos pisos, el primero era el restaurante Diana y en el segundo, donde la Banda de Música ofrecía retretas. Espacios con corazónSolitario casi nunca está el pavimento que conduce al Hotel Matum en Santiago. El edificio de dos pisos fue escenario de dos hechos de sumo valor histórico. Según Edwin Espinal, allí se celebró la Cena del Matum en 1955, homenaje al Federico C. Álvarez con ocasión de sus 40 años como abogado (se graduó en 1915). “En la cena, los oradores le elogiaron, pero sin alabar a Trujillo, como se estilaba en los eventos de la época. Un soplón fue con el chisme y al licenciado Álvarez lo sometieron a un juicio en el Partido Dominicano, después de realizarse numerosos actos de repudio en diferentes ciudades del país a propósito de ese olvido”, refiere el historiador y especialista en derecho de autor. Aparte de esa antigua y reprochable muestra de intolerancia del régimen trujillista, el hotel administrado desde hace años por la familia Polanco fue escenario de la “Batalla del Matum”, epílogo de la revolución de 1965. Cuenta la maestra Minerva López que el líder revolucionario de abril, Francisco Alberto Caamaño Deñó, junto a otros comandantes, llegó a Santiago para ofrecer una misa en la iglesia La Altagracia al primer militar en formar un movimiento a favor de los Constitucionalistas en 1963, Rafael Tomás Fernández Domínguez, tras haber sido asesinado. “Al dirigirse al cementerio de la 30 de Marzo, fueron emboscados por francotiradores norteamericanos”, revela. Las fuerzas constitucionalistas no sospecharon del asalto donde murió el coronel del Ejército Nacional Juan María Lora Fernández, honesto y brillante militar que fungió como Jefe de Estado Mayor del Ejército en el Gobierno Constitucionalista del coronel Caamaño Deñó. Allí -en el hotel Matum, tantas veces recorrido por munícipes y visitantes- hay un monumento en honor al patriota declarado Héroe Nacional de manera póstuma en 2003. Preservar y reconocer Minerva López, presidenta de la filial Santiago de la Fundación Camaño, expone que los pueblos deben preservar su memoria histórica tangible, es decir visible y material para que las nuevas generaciones puedan ver el pasado a través de sus monumentos. “El patrimonio físico de un pueblo es parte de su identidad, cultural e histórica y si se derriba, estamos desvinculando nuestro presente de nuestro pasado”, manifiesta la educadora y ecologista. López considera que es precaria la conservación de los monumentos históricos porque “no tenemos un Estado y una voluntad política que preserve el patrimonio físico y también moral como también no tenemos una educación encaminada a la protección”. Dice que si los pueblos no conocen su historia serán indiferentes a los sucesos del pasado que explican el presente. (+) TOME NOTA Y VISITE Estampas en el Hotel Matum: existe una galería de fotos de la Batalla del 29 diciembre de 1965. Entre y aprecie episodios captados por el fotógrafo Milvio Pérez sobre el asalto del Ejército Nacional y las tropas de EE.UU. a los militares constitucionalistas. Monumento Fuente del Parque Duarte: es un obelisco fuente construido en 1918 y dedicado a los héroes y mártires de la Restauración, en plena ocupación militar norteamericana, como muda protesta a la interrupción de la soberanía, informa Edwin Espinal. El Parque Imbert: honra la memoria del prócer José María Imbert. Imbert, quien junto a Fernando Valerio, fue líder de la Batalla del 30 de Marzo. Según Minerva López, no fue destruido por la campaña que hizo a su favor el historiador Ramón Franco Fondeur. Hotel Mercedes: Inaugurado el 1 de diciembre de 1929. Por su arquitectura y ubicación, fue motivo de atracción durante mucho tiempo. Para la época era el primer hotel de esa categoría en el país. La edificación está abandonada. Monumento a los Héroes de la Restauración: Construido para aludir la figura del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina como “Monumento a la Paz de Trujillo”, hoy es llamado Monumento a los Héroes de la Restauración en honor a los titanes de la batalla de diciembre de 1865. Por sus características, estilo jónico, con unos 313 metros sobre el nivel del mar y una altura de 67 metros esta edificación se convierte en el mayor de monumento de las Antillas. Corona su cúspide la figura de la paz: Una mujer con los brazos abiertos “bendiciendo las tierras cultivadas y a la gente de trabajo”. Catedral Santiago Apóstol: se concibió desde la fundación de la ciudad, como era de costumbre de los conquistadores españoles.