CONEXIÓN
Buenos momentos de estudios
En vacaciones la nostalgia arropa nuestras almas y los recuerdos llegan como espías escurridizos que nos hacen sonreír disimuladamente. Las paredes de los centros educativos encierran vivencias, y a pesar de que a veces representan hambre, sueño y sacrificios, también allí se encuentran nuestros más grandes anhelos. El tiempo que pasamos en el colegio o la universidad son más que simples horas en la manecilla del reloj, representan un estilo de vida, asumido y disfrutado a toda capacidad. “El estrés que implica una clase de diseño es indescriptible para los que estudiamos arquitectura, pero al final surgen emociones, conocimientos y amistades maravillosas”, asegura Amilka Hernández. “No hay experiencia mejor en la vida que compartir con tus amigos de universidad todo un fin de semana”, dice Madeline Rosario. Las relaciones van más allá del área educativa, las amistades se conservan y se estrechan los corazones y cualquier lugar puede haber una extensión de las aulas para disfrutar lo hermoso de la vida y del país donde nacimos. “Para mí los momentos del colegio y la uni son cruciales, te marcan para siempre y pueden hacer la diferencia en la vida. Muchas personas sufren mucho en esta etapa y esto los hace fuertes, otros infringen dolor y aprenden a ser felices con el pesar de otros. Luego estas rivalidades pueden olvidarse y recordarse sólo los buenos tiempos”, afirma Alex Fondeur, graduado de Biología y Química de la UASD. Yessy Sánchez, barahonera, comunicación en Santiago, recuerda los intramuros que se celebraban.