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Jean Alain y el largo pliego acusatorio en su contra

A Jean Alain Rodríguez se le acusa de liderar un entramado corrupto que se robó 6 mil millones de pesos del Estado.

El listado de acusaciones es tan grande que hay que sentarse, respirar y hasta pellizcarse para creer las cosas con lo que le acusan.

Los fiscales ya depositaron la acusación en su contra y aquí haremos un repaso a las cosas más escandalosas que han surgido.

Arrancamos con la política: a Jean Alain le acusan de convertir la sede de la Procuraduría en un comando de campaña del PLD. De nombrar a cientos de dirigentes políticos por todo el país y de tener mayor movimiento en momentos electorales: para octubre de 2019, cuando había que ganarle a Leonel, y en el 2020 cuando Gonzalo cayó ante Luis Abinader.

Ese comando de campaña funcionaba supuestamente en el cuarto piso de la Procuraduría, con un departamento que se llamaba “enlaces comunitarios”. Y en realidad eran activistas de un movimiento político de Jean Alain Rodríguez.

Otra acusacion es que en el sotano de la Procuraduría funcionaba algo así como un centro de manejo de bebidas alcoholicas. Los fiscales dicen que se compraban el ron por galones en Villa Consuelo, lo llevaban al sotano donde, ahí lo envasaban en botellitas plasticas, y luego lo repartían en actividades políticas del movimiento.

También que les pagaban 400 pesos a los asistentes a las activiades políticas.

Miren… aquí vamos a decir tantas cosas que al guionista no le ha dado chance a hacer chistes. Aunque pensándolo bien, mejor así, porque son tan malos como los de Miguel Alcántara, el que hizo los Soberano.

Es bueno señalar que esta historia de Jean Alain tiene pinta de ser espectacular. Señores, no hay un Girón en este caso… ¡Hay dos!

Rainery Elizabeth Medina Sánchez, una mujer que era encargada del almacén de la Procuraduría, y que la metieron presa porque amuebló hasta las casas de los vecinos con las cosas que había en el almacén y Miguel José Moya, un hombre que se vendía como un reputado consultor en comunicaciones.

Pues estos dos ya han dicho todo lo que saben. Y saben mucho. Por ejemplo…

A Miguel José Moya le pagaron 19.6 millones de pesos dizque para dar unos cursos en la Procuraduría. El hombre ha admitido que no dio ningún curso, que en realidad hizo unas estrategias de comunicación y bla, bla, bla.

El lío es que los cheques que le hacían, y las facturas que él emitía, decían que era por cursos. Incluso hasta listados de asistentes a los cursos hay. Cuando le preguntaron a los que figuran ahí lo han negado, que en su vida los invitaron a eso.

Pues Moya también dijo que una vez ganó la primera licitacioón se encontró que “el Procurador lo que quería era crear un show de marketing con el caso Odebrecht”.

Avancemos el paso que esto es larguisimo. Del tiro hasta una parte dos hacemos.

Miren, Jean Alain Rodríguez supuestamente compró unos equipos especiales de contraespionaje, de forma irregular y con el supuesto fin de ser utilizados en labores de investigación de las fiscalías.

Los fiscales dicen que nada de eso era cierto, que los equipos eran usados en una de sus residencias vacacionales en Cap Cana.

Los equipos que compraron era un dispositivo bloqueador de señal tipo mochila y un equipo antidron, comprado por la suma de 3.9 millones a la compañía Aldelay Groupe.

Con esto hay una historia interesante porque el fiscal de Bahoruco también cantó. Dijo que Jean Alain lo llamó a su oficina y le pidió un favor. Le dijo, fírmame ese papel como que yo te entregue esos equipos. El hombre le firmó.

A la gestión de Jean Alain también se le acusa de haber sobrevalorado hasta por 4 el precio de unos equipos para el Inacif. Lo vergonzoso de ese caso es que ese dinero lo había donado España y cuando les llevaron el presupuesto los españoles dijeron: joder tío, pero tú te crees que somos los indios de Colón.

Los españoles hicieron su auditoría y efectivamente. Jean Alain planeaba vengar a los taínos.

Otro de los acusados en este caso es Javier Alejandro Forteza Ibarra, a quien le acusan de tener el control del Sistema de Investigación Criminal (SIC), una herramienta que usan los fiscales de todo el país en sus procesos de investigaciones.

Y como tenía control del sistema, supuestamente, vendía acceso a personas particulares y terceros que no tenían nada que ver con el Ministerio Público. Imagínese usted.

Ese mismo individuo, Forteza Ibarra, que era el encargado de Tecnología de la Procuraduría General de la República, le habría pedido a una empleada tener relaciones sexuales a cambio de un aumento salarial.

Pero también manipuló los sistemas de la Procuraduría General de la República (PGR) aun estando cancelado de la institución.

Los fiscales que han investigado este caso dicen que Jean Alain y su grupo tenían personas con contratos ficticios para distraer fondos de la Procuraduría General de la República.

Y también indican que existen otras personas que también realizaban esas acciones fraudulentas y que, en su momento, serán llamados, imputados, y sentados en los banquillos de la justicia.