El Norte
jueves, 06 de noviembre de 2014
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Salud
“El cáncer no es una sentencia de muerte”
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La historia de Odile Fernández Martínez es conocida, pero no deja de sorprender cuando te acercas a ella. Es sobreviviente de cáncer de ovario con metástasis. Esta doctora española, autora del libro “Mis recetas anticáncer” estuvo aquí para la segunda Jornada de Salud Integrativa Bioencuentro 2014. El evento organizado por el Centro de Salud Integrativa Luna Vital, agotó un sábado de charlas, conferencias, talleres y mucha información de salud.
Cuando se tiene un diagnóstico de cáncer, pierde las esperanzas, solo en si es personal, si es familiar también. ¿Qué les puede decir a esas personas?
Pues que mientras hay esperanza hay vida. La esperanza es una fuerza interior que nos hace superar cualquier problema. A veces la medicina tradicional crea falsas esperanzas cuando te dicen “todo está acabado, no hay nada que hacer, este es el final”. Y yo con mi mensaje lo que quiero hacer llegar a la gente es que confiemos más en nuestro poder interior, en nuestro poder de sanación. Y creemos esperanza, que creemos ilusión, que creemos nuestro propio sueño.
¿Pensó que ese diagnóstico iba a transformar su vida al punto de que se iba a convertir en su modo de vida?
No. Para nada. Yo al principio, llevé muy mal el asumir el diagnóstico, yo tenía en principio poca esperanza, que el desenlace de la enfermedad iba a ser fatal por el tipo de diagnóstico, por el estado en que me encontraba. Pero conforme yo fui aceptando ese diagnóstico, aceptando esa enfermedad, implicándome en mi enfermedad, cambiando la forma de comer, de enfocar la vida. Vi que iba haciéndose realidad ese sueño de sanar, como iba cambiando mi vida. Y ahora tengo que darle gracias a la enfermedad, gracias al cáncer, porque me ha permitido hacer realidad muchos sueños. Me ha permitido no solo crecer y cambiar como médico, como persona, como madre, como amiga; me está permitiendo hacer algo que me gusta mucho, que es poder ayudar otras personas que están enfermas o personas sanas que quieran prevenir la enfermedad.
Me ha permitido viajar, estar aquí a tantos kilómetros. Volver a ser madre, ha sido un sueño que hace cuatro años me lo hubieran dicho, no lo hubiera creído.
Estaba viendo los reviews sobre su libro de recetas, pero en sus charlas también está el ejercicio, el cambio mental, muchas cosas integradas. ¿Cómo pudo combinar todos esos factores para ayudar a su salud?
Cuando me dan el diagnóstico, pienso que quiero buscar algo más que yo pueda ofrecerle a mi cuerpo en mi proceso de sanación, además del tratamiento convencional de quimio y cirugía. Entonces todo empezó de forma autodidacta, buscando en PubMed aquella información que me hablase de alimentación, emociones y estilos de vida, y ver si había o no una base científica en todo eso. Entonces a mí me sorprende ver tantos estudios, que nos hablan de alimentación, de terapias naturales, de ejercicios, de emociones, que pueden ser de utilidad para el enfermo oncológico. Creo que primero fue el cambio de actitud, esa apertura mental es la que te hace ver que hay muchas cosas que tú puedes integrar. Entonces ahí vino la alimentación, empezar a hacer ejercicios, aprender a meditar, aprender a visualizar, cambiar la manera de tratar a mi hijo, a mis seres queridos. Y fue un poco ir combinándolo todo, hasta que el resultado fue maravilloso: el cáncer desaparece y aquí estamos compartiendo con los demás. De momento han pasado cuatro años y seguimos libres de la enfermedad.
El embarazo de Iker fue más supervisado a nivel personal y a nivel médico que el anterior, supongo...
No, igual. Mi oncólogo me decía “ya con lo que has superadoÖ” No me hizo mucho caso. Tuve los mismos controles que con el primero. Lo que sí hubo fue un trabajo personal mío importante. Pero desde el punto de vista de la medicina se comprobó que el bebé estaba bien, y ya está. Lo que sí hubo fue un trabajo personal de conectar con el bebé, de mimarme, de hablar con él. Que tal vez en el otro embarazo yo no estaba consciente de que ese bebé está dentro de ti, que siente todo lo que tú sientes.
¿Cuáles mitos vio derrumbarse sobre el cáncer y cuáles verdades puede decir “sí, las confirmé”?
Primero, el cáncer es igual a muerte. Mucha gente tiene esa idea de que cáncer, metástasis, es igual a muerte, a sufrimiento, dolor. Y vi que no, que cáncer puede ser una oportunidad para crecer, para replantearte la vida. Quizá fue uno de esos mitos. Y sí, una de las verdades que me reafirmó el cáncer, que eso lo había visto en mis pacientes, es el poder del amor y de la amistad.