El pragmatismo de los sudafricanos

Ayer llegamos al final de la primera fase del Mundial y no son pocos los medios de comunicación que hacen balance sesudo. En el caso del blog, a saber: muchos equipos con culottes ceñidos, descalificados. Los africanos, casi todos. Los locales pues, forzados a buscar equipo favorito ahora.

Los políticamente correctos, y en este país son una fuerza, se apuntan a Ghana, el único equipo africano que queda en pie. Ghana, el primer país en obtener la independencia en 1957, es la sola estrella negra, de nuevo.

Pero no son pocos que, ya puestos, se inclinan por los más fuertes: Brasil, Argentina, Alemania. Por Inglaterra muchos, porque el futbol inglés es el que se sigue en el país y el más conocido.

Otro balance. Se mantienen conversaciones rarísimas, especialmente si el fútbol, plim. Hoy por teléfono con un portavoz de un ministerio, al que llamo por temas muy serios de los que apenas me da información.

De repente estaba conversando del España-Suiza, del Bafana-Uruguay, del Bafana- Francia y hasta de Bielsa, y como si supiera. La conversación más larga y amena que he tenido con un portavoz ministerial. Me decía, con acento angloafricano, que él opta por el pragmatismo: “¿cuál es el equipo con más seguidores que van a dejar más dinero en el país?, ¿los Estados Unidos?, pues voy con los Estados Unidos.

A ver, dime, para que sepa a quién apoyar esta noche, ¿cuántos seguidores tiene Chile y cuántos España?”.

Como no lo sé, quedamos que él apoyará a España y yo, con acento anglocatañol, a Chile, y todo equilibrado. En el corazón, Ghana, eso sí.

Otro. Las vuvuzelas malditas están para quedarse.

Los franceses dicen que las van a utilizar en sus marchas de protesta, un uso muy indicado. Nada, ni Zakumi, el tigre mascota, ni la diski dance, la danza oficial del Mundial han tenido mucho éxito. Pero ah, las vuvuzelas, fenómeno mundial. Dice el medio satírico The Onion que la Orquesta Filarmónica Sudafricana de Vuvuzelas está hasta el moño de que los partidos de fútbol les desestabilicen los conciertos. Y también fenómeno celestial.

Otro. La justicia nunca había sido tan rápida en este país. Se han puesto en marcha 54 juzgados especiales para lidiar con crímenes cometidos por o durante el Mundial. Juzgados del Mundial de FIFA, dicen los carteles, que no se pierde la ocasión de poner las cuatro letras ni en la Corte de Justicia.