No como nada y engordo

Mucha gente me dice que no come casi nada. Una manzana. Una zanahoria. Muchas verduras.

Y engordan. Yo digo que son macanas. Es fácil autoengañarse o no darse cuenta de la realidad.

Cuando me miro en el espejo y le pregunto: “¿Quién es el tipo más pintón que conocés?”.

El espejo me contesta: “Vos”. Cuando le pregunto si las chicas se matarían por mí, el espejo me dice: “Claro, caminá con cuidado por la calle para no causarles daño”.

En realidad, quizá algunas chicas en lugar de matarse por mí me matarían antes de salir conmigo. Pero eso no se lo digo a nadie. Hay estudios que han mostrado una gran desigualdad en el interés de los sexos. Los hombres, a medida que pasan los años, quieren salir con mujeres cada vez más jóvenes (en proporción).

Un hombre de 24 quiere salir con chicas de entre 20 y 26 (ejemplo teórico). Un hombre de 44 quiere salir con chicas de entre 22 y 40.

Un hombre de 60 quiere salir con chicas de entre 24 y 42. Y un hombre de 96 quiere salir con chicas de entre 18 y 28 (aun cuando a veces no las pueda ver bien).

Las mujeres son más realistas y prácticas. Una chica de 24 quiere salir con tipos de entre 22 y 30. Una de 34, con tipos de entre 30 y 44.

Una de 44, con tipos de entre 40 y 55. Una de 55, con tipos de entre 45 y 65. Y una de 96, con tipos. No es cuestión de restringirlos más.

Yo, mirándome en el espejo, como todo macho, le pregunto: “¿Soy delgado y elegante”? Espejo dice “Sí”.

“¿Tengo buena pinta?” El espejo dice “sí”. “¿Me quieren las chicas de 18 a 25?”. “Con locura”, me confirma. Claro, quiso decir que estoy loco.

Igual pasa con la comida.

Uno cree que no come nada, pero se pasa el día comiendo.

Uno cree que hace mucho ejercicio porque levantó un papel del piso y lo tiró a la basura. Pero eso no es nada de ejercicio. Sí, es ejercicio, pero trivial. Usé el ejemplo de salir con chicas porque es más creíble. Muchos van a creer que es cierto eso de que los tipos quieren salir con chicas jóvenes y que yo también. La realidad es triste, porque las chicas de 18 raramente quieran salir conmigo.

Cuando lo aplico a la comida y digo que la gente se engaña, pocos me creen.

Para encontrar la realidad y no engañarse, hay que llevar un diario detallado.

El espejo no miente, pero mienten los ojos y la mente que ven lo que quieren ver en el espejo. Anote todo lo que come y lo que hace en el día.