JUEGO PERFECTO

El veto levantado a Rose y Jackson

Las Grandes Ligas levantó el veto que pesaba sobre algunas leyendas del juego, incluyendo a Pete Rose y a Shoeless Joe Jackson, habilitándolos para ser elegidos al Salón de la Fama; esto a la vez recuerda algunos inmortales que no fueron tan santos como parecen.

Uno no sabe si alegrarse o tomar como reflexión las carreras de fenómenos del deporte, estrellas en el terreno, pero con manchas indelebles en el tiempo. En Cincinnati y Filadelfia han hecho fiestas por la incorporación de Rose, quien podría ser elegido al HOF en la próxima reunión del Comité de la Era Clásica del Béisbol en diciembre del 2027 y ser exaltado en verano del 2028. Shoeless no tiene quien le escriba, a parte de haber fallecido hace casi 75 años. El grupo incluye algunas estrellas de los "Medias Negras" de Chicago, un escándalo ocurrido hace más de 100 años y que todavía resuena en los oídos de medio mundo.

Rose y El Descalzo tuvieron contextos diferentes. Charlie Hustler, así llamaban al fenómeno fallecido en septiembre pasado, el líder de hits de todos los tiempos era un personaje controversial, una máquina de hits que se descarrió dilapidando todo su dinero en el mundo de las apuestas. Ese aspecto lo inhabilitó del negocio, siendo toda una leyenda, en 1989.

El caso de Shoeless es hasta extraño. En esa época los dueños de los equipos eran amos y señores del negocio. Jackson no jugaba descalzo, pero era iletrado, aceptó conspirar con el grupo (vender la serie), luego se arrepintió, devolvió el dinero recibido de los apostadores y bateó .375-1-6 en la Serie Mundial. Un año después fue desterrado del mundo del béisbol, aunque no así sus grandes registros (.356 de promedio en su carrera), bateó.408 en 1911 y en 1920, su último año activo, promedió .382, conectó 218 imparables.

El legendario Ty Cobb fue la cabeza de los Chicos Malos en la MLB. Era un misántropo, un ser abominable que odiaba hasta la naturaleza que lo rodeaba. En más de una ocasión se ligó al mundo de las apuestas en el béisbol y su historial de violencia se silenció por la época y por ser la principal figura del juego.

Inmortales como Roger Hornsby (.358, tres veces promedió sobre .400) y Tris Speaker (.348) fueron miembros prominentes del Ku Klux Klan; en tanto Cap Anson (.333 de promedio en su carrera) y Dizzie Dean fueron propulsores en contra de la presencia de jugadores negros en las Mayores, so pena de tomar represalias por tal motivo.

El uso de las anfetaminas (greenies) fue común en el béisbol tras la Segunda Guerra Mundial; la cocaína y otros alucinógenos en los 70 y 80 del siglo pasado y el uso de esteroides en épocas recientes han puesto un sello desagradable al fascinante mundo del béisbol.