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PRESENCIA DOMINICANA

NEGOCIOS DE IMPACTO

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TONY PIÑA CAMPORASanto Domingo

Cuando se efectúa una negociación de jugadores entre equipos de béisbol no se conoce el beneficiado hasta después que el tiempo demuestre los resultados.

La pasada semana los Nacionales enviaron a Juan Soto junto a Josh Bell a los Padres a cambio de un selecto grupo que incluía la crema de sus prospectos. Dada la estatura de Soto como bateador, ese negocio impactó las ligas mayores. En función del nivel de los prospectos cedidos por los Padres podrían pasar años antes que se pueda determinar el realmente favorecido en la transacción, pero ya dos de los recibidos por Washington, ambos jardineros, pasaron a ocupar una posición entre los cinco mejores del equipo; Robert Hasell III, número uno y James Wood cuarto: Hasell programado a debutar en grandes ligas en 2023. El lanzador derecho dominicano Jarlin Susana, de escasos 18 años y apenas comenzando su carrera, parte de los cedidos por los Padres, fue colocado en la posición ocho de la señalada lista.

En la historia reciente de estos movimientos han ocurrido diferentes resultados. Es más frecuente que el equipo que recibe la estrella en vías de

consagración, cedido por razones económicas, salga beneficiado. Ocurrió cuando los Cardenales recibieron a Mark McGwire de los Atléticos a mediados de 1997 y en 1998 al traspasar los Expos a Pedro Martínez a los Medias Rojas a cambio de los también lanzadores Carl Pavano y Tony Armas. Anteriormente, ese mismo Pedro, fue enviado en 1994 por los Dodgers a esos Expos a cambio de Delino DeShields. Pero también ha sucedido lo contrario y un ejemplo es cuando los Cardenales dieron a los Atléticos, a finales del 2004, a los lanzadores Dan Haren y Kiko Calero junto al inicialista Daric Barton por el lanzador zurdo Mark Mulder. Haren, Calero y Barton desempeñaron inmediatamente un rol positivo en el estilo de juego de Billy Beane ayudando al equipo de Oakland a competir con gallardía en los años siguientes; mientras Mulder se derrumbaba a partir de la campaña del 2006.

En definitiva, para conocer el verdadero beneficiado en este tipo de negocio hay que esperar la sentencia del tiempo.

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