Un problema "pegajoso"

El tema del momento en las Grandes Ligas es “pegajoso”. MLB ha anunciado un plan de perseguir el uso de sustancias ilegales que mejoran de manera exagerada el agarre de la pelota de los lanzadores.

El efecto de estas sustancias le permite a muchos tiradores aumentar las revoluciones por minuto de sus lanzamientos (spin rate) en proporción significativa, provocando una mayor dificultad de los bateadores para hacer contacto sólido.

Los números demuestran que esta revolución es una causa importante de la baja ofensiva que se viene experimentando en los últimos años. En la actual temporada, el promedio de bateo colectivo de MLB es el peor en más de 50 años y la cantidad de ponches no tiene precedentes.

¿Y es que el uso de sustancias para mejorar el agarre es algo nuevo en el béisbol? En realidad, no. Los lanzadores han utilizado la famosa “pez rubia” (legal) para secar sus manos y ayudar con el “grip” y también se sobreentiende que se han auxiliado de brea de pino por décadas y décadas.

El problema es que se ha desarrollado una migración hacia sustancias y mezclas más refinadas y efectivas (además de ilegales en el béisbol) que aumentan la sujeción a la pelota de manera tal que se convierte en una ventaja competitiva injusta.

Hoy en día, se han popularizado nombres comerciales de algunos de estos productos, tales como Spider Tack y Pelican Grip Dip. En otros casos, estamos hablando de componentes desarrollados en un formato mucho más artesanal y casero.

Aparentemente, la causa raíz del fenómeno ocurre cuando la tecnología hizo posible cuantificar los llamados “spin rates”. Fue cuando los equipos, y especialmente los lanzadores, entendieron que spins más altos significaban lanzamientos más efectivos.

Un mejor agarre provoca incrementos importantes en las RPM de los lanzamientos. Por eso la evolución de la brea a las Spider Tacks del mundo.

Y no es para menos. Los números demuestran la diferencia. Con un lanzamiento a la misma velocidad, los promedios de bateo y OBP son menores a medida que el spin rate aumenta.

El incentivo para utilizar materiales más “pegajosos” es claro. De hecho, puede ser la diferencia para un lanzador estar en MLB o en ligas menores.

Al provocar una desmedida ventaja del pitcheo, veremos arreciarse el escrutinio sobre los lanzadores.