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Tribuna abierta

De Wiche a Camacho

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Pedro AlmonteSanto Domingo, RD

Me voy a permi­tir viajar literal­mente al pasado y remontarme a la década del 60, especí­ficamente al año 1962 y 1964, primeramente, pa­ra en una especie de re­cordatorio , sitiar el año que el Ing. Juan Ulises García Saleta (Wiche), dio inicio a la construc­ción del Parque Metropo­litano, nombre con que bautizaron unas modesta instalaciones deportivas, donde existiría el aero­puerto General Andrews, y que luego en 1974, se convertiría en la Prime­ra ciudad deportiva del país, esta vez con el nom­bre del Patricio “Cen­tro Olímpico Juan Pablo Duarte”.

Así mismo recordar el Año 1964, cuando Wi­che García, a la sazón presidente del Comité Olímpico Dominicano, siendo la primera vez que la República Domi­nicana participa en Jue­gos Olímpicos, Tokio, Ja­pón, hoy hace 56 anos.

Participó junto al atleta de campo y pista, 100 y 200 metros planos, Al­berto Torres de La Mo­ta (El Gringo) un 11 de enero de ese año 1964.

Escogí esta fecha tan importante para el de­porte dominicano para realizar una simple re­flexión sobre el Centro Olímpico, inspirado – guardando la distancia- en lo que podría pensar su ideólogo de ese im­portante legado al de­porte dominicano.

Lo primero que pen­saría es, que el Centro Olímpico (Parque Me­tropolitano) se inició hace 58 años (1962- 2021). Que hace 47 años que se inauguró, como Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, pa­ra servir de escenario principal, a la celebra­ción Los XII juegos, es la primera unidad de­portiva ( múltiples ins­talaciones en un mis­mo lugar, para distintos deportes) que tuvo el país, es todavía hoy día, con todo las va­riantes al proyecto ori­ginal , el mayor en área 700 mil m2 , es el com­plejo deportivo mejor urbanísticamente loca­lizado, está enclavado en las cuatro avenidas con más volumen de transito del país, es el lugar más visitado del país, por su gran capa­cidad de albergar pú­blico, ha servido ade­más escenario para la práctica y competencia deportivas, también ha servido para celebrar eventos religiosos, ar­tísticos, políticos, entre muchos otros, es el lu­gar del polígono derbi de pesadilla: Las pesa­dillas no acaban para el Real Madrid, fue destro­zado por el Atletico de Madrid en un derbi pa­ra el olvido de 7-3 en In­ternational Champions Cup (ICC). Un derbi us­creo podria ser nuestro caso.

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