“¿BAJO QUE CONCEPTO?”

Los seres humanos somos como la flora y la fauna que nace, crece, se reproduce y muere. Dentro de ese crecimiento y reproducción vamos desarrollando conceptos y criterios y nos amoldamos y acomodamos a lo que vamos viendo. Si lo que se recibe audiovisualmente está turbio y nublado, así mismo será la visión y el comportamiento del receptor; si lo que se recibe está derecho y alineado así será la visión del que recibió. Todo depende bajo que concepto se retiene.

Nuestros atletas de deportes populares por lo general vienen de extractos sociales vulnerables; la mayoría atraviesa una niñez y crianza desafiante donde no se tiene fácil acceso a herramientas de formación y muchos se desarrollan ‘a lo que tire mi bon.’ En el béisbol este tema es cada vez más preocupante pues los futuros firmados están siendo escauteados tan temprano como a los 9 y 10 años. Un infante en edad pre-adolescente nunca podrá asimilar la vida correctamente si su proceso de crecimiento es interrumpido y atrofiado. Por eso podemos ver más comúnmente historias de éxito en proyección que terminan abortadas de manera precoz. Esto se debe a que hubo deficiencia bajo el concepto en que este niño o joven fue formado.

Bajo el concepto que seamos educados es que educaremos a aquellos que estén bajo nuestro resguardo. Es por eso que los atletas deben estar abiertos a ser enseñados, corregidos, y entrenados a desaprender. El desaprender es un concepto que permite que lo que se asimiló y recibió erradamente pueda ser reemplazado por los principios y valores correctos. Es lo que permitirá que un atleta no repita conductas y hábitos que afectaron sus antepasados (papa, mama, abuelo, abuela) y que le afectará de la misma manera sino cambia el curso de su existencia. No importa que tan talentoso y habilidoso sea el deportista en su inteligencia corporal, sino se sabe manejar bien de manera integral.

Bajo el concepto que creamos, bajo ese mismo concepto viviremos. Se debe retener lo bueno, pero lo malo se debe desechar, no importa que sea una enseñanza pasada de mamá y papa. Si va contra los principios fundamentales plasmados por el Creador, a la larga dejará su secuela y acortará la carrera del que lo ejecutó.

“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”

Proverbios 22:6