TRIBUNA ABIERTA
100 días de la administración deportiva
Las actuales autoridades del Ministerio de Deportes se acercan a 100 días de gestión, durante el referido espacio de tiempo, se disfruta de una tregua que le brindan los partidos de oposición y la sociedad. Pasado ese lapso de tiempo, se ve una sociedad más activa al momento de evaluar las ejecutorias del gobierno central y sus dependencias, lo que podríamos definir como “el fin de la luna miel”.
No podemos negar que este gobierno ha asumido la conducción del estado bajo la peor crisis sanitaria de los últimos casi 100 años, crisis que la antigua gestión gubernamental enfrentó de manera responsable y con medidas oportuna, las cuales han sido continuadas inteligentemente por el actual gobierno. En materia deportiva debido a la “Covidianidad”, no tendríamos un contenido tan amplio que evaluar, aún existen medidas restrictivas en muchos deportes, lo que no nos permite hacer un análisis exhaustivo de por donde pudieran ir las cosas en temas de planificación y ejecutorias por parte del Ministerio de Deportes.
LO POSITIVO: Cosas que si nos llamaron al atención y lo aplaudimos en su momento fueron; la designación de tres viceministros regionales, hecho que sin lugar a dudas representa en principio un empoderamiento real para el deporte en esas regiones, y decimos en principio, porque si esas designaciones no vienen acompañadas de la creación de una estructura administrativa y financiera para cada región, estaríamos ante la presencia de funcionarios regionales sin la debida capacidad de respuestas, a lo que ya han estado acostumbradas las regiones. Vemos un ministro que hasta el momento visita las provincias, eso de entrada cae bien en todo el movimiento deportivo nacional, independientemente de que vaya con algún tipo de solución o no.
LO NEGATIVO: Las actuales autoridades del Ministerio de Deportes han dejado a su suerte el uso de un gran número de instalaciones deportivas, donde vemos a diario grandes cantidades de personas aglomeradas, en tiempos donde casi todo el mundo viven una segunda oleada de contagios del Covid-19, lo que representa para todos nosotros un peligro eminente.