Torres Gemelas en Minnesota

Cada vez que se acerca el sorteo de talentos en el baloncesto de la NBA hay una serie de interro­gantes con relación a si los equi­pos tomarán la mejor decisión para fortalecer sus posibilidades de compe­tir.

En esta ocasión, la suerte ha tocado a las puertas de los Timberwolves de Minneso­ta, equipo que ya había ganado la lotería del draft en el 2015 y aseguró los servicios del ahora estelar centro Karl-Anthony Towns.

Y en un año en el cual la profundidad no es la mayor característica, se le presenta a la ge­rencia de los Timberwolves la disyuntiva de siempre: seleccionar al jugador con mayor ta­lento o al que más se ajuste a las necesidades del momento.

Tal vez debido a esa premisa -no ser un draft con mucho talento listo para hacer algún tipo de diferencia en la cancha- es que, al parecer, el elegido será el pívot de 7-1 de estatura, 235 libras y 19 años James Wiseman, quien tuvo una breve y abrupta carrera con los Tigers de Memphis en el baloncesto universitario de la NCAA.

Pero si ya tienen a Towns, otro centro con proyección de dominar la liga ahora y en los próximos años, muchos podrían considerar que lo más lógico e idóneo sería reforzar otra posición en la cual se necesite más ayuda en lo inmediato.

Ejemplos hay en ambas direcciones con re­sultados diversos: En 1984, Houston ya te­nía a Ralph Sampson, pero eligió a Akeem (luego Hakeem) Olajuwon, dos veces cam­peón. Portland ya tenía a Clyde Drexler y se decidió por Sam Bowie (carrera destruida por las lesiones). Eso dejó en manos de Chi­cago a Michael Jordan y todo lo que sucedió después.

En 1997 ya San Antonio tenía a David Ro­binson, pero con el primer pick escogió a Tim Duncan. La decisión cambió para siempre la historia de la liga y de la franquicia.

Volviendo al caso actual y a pesar de los cambios en la forma de jugar en los últimos años (provocado por la mayor y mejor uti­lización del lance de tres puntos) luce in­dicar que será Wiseman el elegido por los Timberwolves.

Towns es un jugador tan especial, con tan­tas habilidades que no son tan comunes en los jugadores de 7 pies (lance de distancia, manejo del balón, buen pasador) que bien puede ajustarse a tener otro jugador tan al­to como él y que le puede ayudar, sobre to­do, en el costado defensivo -aspecto que se señala como fortaleza de Wiseman y debili­dad de Towns- y guardar energías para ata­car el aro donde puede ser un jugador in­detenible.