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Reportaje

Un riñón de la hija Claudia para su padre Osiris Duquela

El destacado entrenador de baloncesto Osiris Duquela al momento de salir del hospital, auxiliado por un familiar.

El destacado entrenador de baloncesto Osiris Duquela al momento de salir del hospital, auxiliado por un familiar.

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Ramón RodríguezSanto Domingo, RD

La biblia describe la fe como “la certeza de lo que se es­pera…”. Fe es lo que ha manifes­tado Osiris Duquela, su es­posa, hijos, familiares y alle­gados, en su recuperación y hacer de nuevo una vida normal, tras ser objeto de un trasplante de riñón en un hospital de Miami, Flori­da el pasado lunes.

Esa certeza se ha hecho más evidente y significati­va por la determinación de su hija Claudia de ofrecer­se para donar un riñón a su padre (Osiris, uno de los di­rigentes más exitosos de la historia del baloncesto do­minicano) en busca de su recuperación de un pade­cimiento renal que le tenía postrado y muy preocupa­do a él, toda su familia y amistades.

El amor de hijo hacia el padre motivó a Claudia, la menor de sus tres hijos, a poner en marcha el plan como donante para ayu­dar a su padre a recupe­rar la salud y poner fin a un sufrimiento de un año recibiendo dialisis y conse­cuentemente las dolencias e incomodidades que este tratamiento conlleva en un paciente renal.

“Por eso empezamos a hacer los trámites para ver si se conseguía un donante. Todos nos hicimos la acción de unos de sus riñones pa­ra ser plantado en la cadera de su padre Osiris. Claudia ha enviado un gran mensa­je al mundo: “El amor de hi­jo se ha puesto de manifies­to”. Duquela le preocupaba la salud y vida de su hija que estaba decidida a donar un riñón en busca de la re­cuperación de la salud de su padre, ofreciéndose entre­gar un órgano.

La familia Duquela Cede­ño que tiene como tronco a Osiris y doña Milagros, es de mucha fe cristiana.

Doña Milagros describe el proceso “como muy lar­go y difícil” pero le fortale­ce que “el Señor ha escucha­do las oraciones de mucha gente que le quiere”, dice convencida de que Dios se ha manifestado en el proce­so que ha llevado su esposo Osiris, además de las manos de la ciencia que “ha hecho bien su trabajo” con la perso­na por cuyas directrices pa­saron una amplia gama de jugadores de todos los cali­bres, dominicanos, puerto­rriqueños, venezolanos y otros.

En su haber dirigió clu­bes en el baloncesto superior distrital y en Santiago, obte­niendo resonantes triunfos, ganando varios premios co­mo Entrenador del Año.

La historia

El padecimiento del reputa­do entrenador de baloncesto inició en el año 2005 y desde hace aproximadamente un año que los médicos le infor­maron a Duquela que debía someterse a un proceso de diálisis, “algo que no quería­mos”, cuenta su esposa Mi­lagros, quien junto a Osiris tienen 44 años de unión ma­trimonial. Además de Clau­dia, la benjamín de la fami­lia, también han procreado a Julio Ernesto que reside en esta capital y Patricia que vi­ve en Miami.

“Era algo que no quería­mos”, dice. Y agrega: “Pen­samos que lo único que le podía ayudar era un tras­plante”. Ella y la familia lle­garon a la conclusión de que sin el trasplante tenía que durar la vida entera hacién­dose diálisis y consecuente­mente su estado se deterio­raría con el paso del tiempo.

Por eso “empezamos ha­cer los trámites para a ver si se conseguía un donante”. “Todos nos hicimos la prue­ba” para ver si eramos com­patibles. “Claudia fue la que pudo”. A pesar de que ellos estaban convencidos de que esa era la solución, la pre­ocupación los embargaba, Duquela cuenta que estaba muy turbado porque la ci­rugía era grande y porque Claudia estaba donando uno de sus órganos. “Siem­pre confiamos en Dios, que si é le dio dos riñones a la gen­te, por algo fue, creo que pa­ra poder ayudar a otra per­sona”, relata Milagros, mujer de fe. Pero Milagros se sin­tió con esperanzas de que con ese riñón Osiris, a sus 70 años, puede seguir su vida normal.

Iniciativa

Claudia, de 35 años, tomó la iniciativa y se hizo varios es­tudios en esta capital y luego en el hospital Jackson Me­morial de Miami.

La espera fue larga. To­do estaba listo en el mes de febrero, pero la pandemia del Covid-19 postergó todo hasta el pasado lunes 21 de septiembre, cuando fue so­metido a la cirugía. Claudia donando un riñón y Osiris recibiendo ese órgano vital para recuperar su salud.

Osiris fue dado de alta el pasado jueves y se encuen­tra en su hogar recuperan­do, aunque aún pasando momentos de mucho dolor como consecuencia de la ci­rugía, lo mismo que su hija Claudia.

“Parece que todo ha sali­do bien porque lo despacha­ron más pronto de lo que es­perábamos y no ha habido problemas”, cuenta Milagros en la conversación telefóni­ca con EL DEPORTE de Lis­tín Diario.

En medio del proceso de recuperación, este domingo dio cuenta de que ya le ha­bían retirado unas sondas y Claudia se recupera satisfac­toriamente en medio de la pandemia que le obliga a es­tar distanciados. “Son tiem­pos muy difíciles”, afirma Osiris, una persona de espí­ritu humilde que ha recibido la solidaridad de una gran cantidad de personas, “in­cluso gente de la que no me acordaba”, entre estos ex ju­gadores que él dirigió y mu­chas amistades y por supues­to, familiares.

Mas que la solidaridad y acompañamiento, ha sido la fe que tuvo él y su familia en que todo saldría bien, lo que le ha ayudado a salir poco a poco de este trance.

Claudia

Con la donación de uno de sus riñones para ser plantado en la cadera del su padre Osi­ris, Claudio ha enviado un gran mensaje al mundo. “El amor de hijo se ha puesto de manifiesto”, confiesa Osiris, quien elogia la valentía y de­terminación de Claudia. “Lo pensó y lo hizo. A veces yo dudaba y ella era la que me daba ánimo”, relata Osiris.

Osiris ha salido una vez más a la cancha, pero esta vez por su salud y ha contado, no con jugadores, sino con su espo­sas, hijos, familiares y amigos para salir airoso en esta oca­sión.

SEPA MAS

Un hombre del baloncesto

Homenaje.

La versión del pasado del Torneo Superior TBS Distrito 2020 y la Aso­ciación de Baloncesto del Distrito fue dedicada a “El Duque”.

Un ganador

Ha sido el único entre­nador que obtenido cua­tro coronas de manera consecutiva en el torneo de baloncesto supe­rior del Distrito Nacio­nal: 1978, 1979, 1980 y1981.

Más éxitos.

A estos triunfos se le su­man las coronas gana­das en las ediciones de 1983 y el 2003. El ha si­do reconocido como Di­rigente del Año en 1978, 1980 y 1981.

Venezuela.

También paseó sus co­nocimientos en Suda­mérica ganando la Liga de Baloncesto de Vene­zuela, además del XXIII Campeonato Sudameri­cano de Clubes.

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