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PRESENCIA DOMINICANA

Evaluar un JMV

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Tony Piña CámporaTwitter:@pinacampora

Para medir la contribución que un jugador de béisbol de labor diaria hace a su equipo se debe tomar en cuenta la totalidad de esa aportación, tanto en su parte ofensiva como en la defensiva. Existe una amplia variedad de estadísticas que miden la ofensiva, particularmente el bateo; la velocidad es parte de la ofensiva con exigencias diferentes, pero la defensa, a pesar de los avances que en ese sentido se han alcanzado, aún tiene limitaciones. Lo más complicado en ese tenor es que cada una de las posiciones defensivas difiere en las habilidades necesarias para un buen desempeño.

Es posible que esa sea la razón para que cada vez que se acerca el final de una temporada los análisis sobre cuál jugador se merece el premio principal del torneo; el de Jugador Más Valioso, se concentren en desmenuzar los resultados ofensivos, esquivando la parte del resguardo. Asimismo ocurre cuando se pondera un bateador designado para el galardón, es obvio que su nula contribución protegiendo lo confina; no hace daño defensivo, pero tampoco favorece en ese aspecto.

Ciertamente el bateo es la parte más difícil de dominar para un atleta, pero para lograr el objetivo de triunfar en un partido se precisa de una combinación de producción y defensa. Es tan importante provocar como evitar anotaciones. Dos escenarios que se perciben de importancia diferente pero que de hecho tienen el mismo valor en un juego son un jonrón con las bases limpias y un certero disparo al plato de un jardinero que evite una carrera. El cuadrangular produjo una anotación, el disparo la impidió, para fines de registro es un empate.

La temporada que agoniza, debido a lo limitado del calendario, ha provocado una constante variación de los resultados estadísticos de muchos jugadores. Se otea una fuerte competencia por el significativo premio en ambos circuitos. Desde mi óptica en la liga Nacional esta se concentrará en las figuras de Mookie Betts, Manny Machado y Freddie Freeman. En la Americana luce favorito José Abreu, pero DJ LeMahieu echó sobre sus hombros a los Yanquis en su periodo más oscuro y eso es un intangible que pesa.

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