Elite dominicana del bateo

Al retiro de Albert Pujols finalizará la presencia en grandes ligas de la histórica élite dominicana el bateo en ese nivel, una generación que emergió a mediados de la década del noventa. Se trata de hombres que se acercaron a la perfección en el dominio de esa habilidad considerada la más difícil de deporte alguno.

Tomando como parámetro combinar los promedios de bateo, de embasarse y slugging para concentrar como crema y nata del grupo a los que finalizaron su carrera con un OPS por encima de .900, surgen los nombres de: Manny Ramírez (.996), Vladimir Guerrero y David Ortiz que alcanzaron .932, Alex Rodríguez (.930) y Pujols que inició la actual campaña en .928.

Cada cual acentuó diferentes características en su bateo. Acorde con sus cifras Ramírez dominaba todos los secretos que exige esa labor, encabeza la tropa en Porcentaje de Embasarse (.411) y slugging (.585) y es segundo en promedio de bateo (.312). Guerrero tenía una agresividad instintiva que no le impedía hacer sólidos contacto a lanzamientos divorciados con la zona, al extremo que su promedio de bateo de .318 sea el mejor del grupo apalancando su OBP a .379. Demostró así capacidad de contacto con un excelente porcentaje de apenas 11 ponches por cada cien turnos al bate; logrando además un slugging de .553. Ortiz era diferente a Guerrero, se definió por la paciencia en el plato generando al mismo tiempo un descomunal poder con el que hacía conexiones que enviaban las bolas a viajar distancias espectaculares. Rodríguez maniobró el madero con la misma maestría que manejó el resto de su juego, un atleta tan completo como el que más en toda la historia. Pujols, único aún activo, pudo alcanzar en sus primeros diez años de actividad resultados que han soportado el descenso sufrido en sus últimos nueve. En su época de esplendor se distinguió por la forma de combinar una baja frecuencia de abanicados con una alta de macizos contactos.

La generación dominicana que está emergiendo tiene varios candidatos con las habilidades para igualar a estos portentos, para eso deberán recorrer un largo trayecto en el que la disciplina será fundamental.