“Mirando lejos”

En la vida como en el deporte todos nos ilusionamos y visualizamos un futuro airoso, prospero, productivo. Todos queremos hacer las cosas bien, pues nadie se levanta a cometer un error. Es válido añorar y querer cosas, pues es parte de nuestro motor de arranque, lo que no es válido es aspirar a ellos sin el enfoque en el hoy.

La frase mirando lejos se usa para cuando uno “se va” en sus pensamientos, anhelando o soñañdo cosas que no tenemos, y que desearíamos alcanzar; pero, los procesos de madurez de progreso y de evolución solo se logran enfocándose en lo poco. El que no se enfoca en lo poco, nunca podrá alcanzar lo mucho.

Cuando el atleta se pone a mirar lejos no se concentra en lo cerca; cuando invierte sus energías en tener y obtener y no en ser, lo mucho se aleja; cuando se obstina y se obsesiona con querer cosas aquí y ahora, aquello que visualiza mirando lejos puede llegarle de inmediato pero así mismo se esfuma y no perdura.

No podemos estar mirando lejos sin tener un plan de acción en lo que tenemos cerca. Hay que trabajar en el hoy para poder alcanzar un mañana que nunca llega pues el hoy siempre será ese mañana. Sin embargo, el que es fiel, disciplinado y consistente en las cosas pequeñas, en levantarse temprano, en obedecer reglas, en hacer de las acciones un hábito, en mostrar determinación, persistencia, y deseo aún cuando no lo tenga, es un buen candidato para ser colocado en lo mucho.

No logramos nada con estar mirando lejos. Los logros no llegan concentrados en lo que no tenemos, sino trabajando con lo que ya está. Si como atleta tienes salud, juventud y una oportunidad, con eso puedes empezar.

“Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.”

Eclesiastés 5:7