¿Será Soto “el Mesías” de las Grandes Ligas?
Desde que en el 2019 fue ascendido por los Nacionales muestra registros brillantes en la mayoría de renglones en su joven estadía en GL.
Aquel batazo contra el alucinante zurdo Josh Hader en un octavo inning (2 outs y debajo 1-3) con la muerte rondando en la capital norteamericana en partido del “Wild Card” Liga Nacional, con posteriores acontecimientos igualmente maravillosos en esa postemporada, vino a dejar por sentado lo que muchos ya se han preguntado: “¿Es este hombre normal?”.
Porque, lo del nativo de Santo Domingo no llegaba por pura casualidad, ya que a su arribo al “Big Show” había mostrado unas dotes que no poseía el común humano: cinco herramientas y otras tres que lo hacen único, en una proyección futura que hoy nadie puede decir cuál será su cielo.
No por otra razón, el mayor de los gurúes agentes de peloteros, Scott Boras, le ha puesto como precio unos galácticos US$ 500 millones. Y el súper negociador nunca pisa en falso en sus proyecciones.
Ya el “Bambino Infantil” ha enseñado mucho en poco tiempo. El jugador de 21 años lleva en su carrera de dos temporadas 287 / .403 / .535 con 56 jonrones. Sus 187 bases por bolas es el mejor registro para un jugador en su campaña a los 20 años. Su desempeño también presenta 180 carreras impulsadas, 17 bases robadas, 231 ponches, 140 OPS +, 143 wRC +, 7.4 bWAR, 8.5 fWAR.
Soto sobresalió en su periplo a la Serie Mundial en 2019, con línea de .277 / .373 / .554 en los playoffs y .333 / .438 / .741, con tres bambinazos en el gran clásico de otoño.
“Por mi dinero, el joven bateador más impresionante en el béisbol de hoy se llama Juan Soto”, ha afirmado un David Ortiz más que extasiado por la capacidad que ha visto del jardinero de la escuadra capitalina, de quien también resalta una confianza fuera de los parámetros de su existencia. “Está siete años más adelantado que yo a esa edad”.
Y es que Soto, entre una infinidad de hitos a su corta edad, voló por las nubes un mazazo que le conectara al lanzallamas Justin Verlander, en juego 6 de la SM, esférica que aterrizó a más de mitad del segundo piso en el Minute Maid Park.
Otro hecho grandilocuente del capitaleño: tuvo 1.24 K / BB (ponche por boleto), la más baja para 1,000 apariciones en el plato hasta su temporada de 20 años desde que lo hiciera el Salón de la Fama Al Kaline, en 1950.
Más que números El bateador zurdo por igual comienza a dejar una impronta en su juego, lo que no sale en boxscores, pero que renta plusvalía dondequiera que lleva sus torrenciales
maniobras: nunca deja de buscar la base extra, sus impetuosos gestos hacia el dogout para exprimir el esfuerzo de sus compañeros.
Pero, aún más: Soto posee un carisma fuera de lo común para atraer la atención tanto de peloteros como de fanáticos que deliran con su impertérrito juego.
Y la octava maravilla: juega con la inteligencia de quien lleva veinte temporadas, curtido en cada detalle competitivo y su intríngulis. Soto siempre observa cada situación y realiza los ajustes con la rigurosidad y puntualidad que exigen las circunstancias.
Llegada de un “Mesías” Soto tuvo un ascenso meteórico al mayor nivel, ya que se hizo profesional en 2015 y sólo dos años y seis semanas estuvo en ligas menores. Sus números no eran “normales”: bateó .362 en 453 turnos, agregando 102 CE. Soto subió a la Gran Carpa un 20 de mayo de 2018, un llamado urgente por lesión del coterráneo Víctor Robles. ¡Y terminó segundo por el premio al Novato del Año! El 19 de agosto de 2019, Soto se convirtió en el cuarto de la historia que colecciona 100 extrabases antes de cumplir 21 años.
SEPA MÁS Algunas de sus proezas 30 jonrones. Soto se convirtió el año pasado en séptimo con 30 tetrabases con menos de 21 años.
Ganando puesto. “Tengo que ganarme mi puesto cada día, no puedo dejar de trabajar duro”.
Con Conigliaro. Finalizó la campaña regular del 2019 con 56 jonrones de por vida, igualando a Tony Conigliaro en el segundo lugar con menos de 21 años.