TRIPLE TEAM
Lillard y los mejores armadores ofensivos
Aprovechando la burbuja en Orlando para completar la serie regular de la NBA, Damien Lillard, de Portland, ha cimentado su estatus como uno de los mejores armadores ofensivos en la historia de la liga.
Como la punta de lanza de un equipo que ha demostrado un gran carácter, ayudado por el regreso de Jusuf Nurkic y el “renacido” Carmelo Anthony, Lillard ha puesto al quinteto de Terry Stotts en la ruta hacia la postemporada.
Los grandes armadores-anotadores tienen su génesis en la década de 1960 con las actuaciones de Oscar Robertson y Jerry West, dos de los mejores de todos los tiempos.
Robertson promedió un triple-doble en 1961-62 -cuando no se había inventando el término- con más de 30 puntos por partido. West, la silueta de la NBA, y apodado The Clutch por su propensión a destacarse cuando más se necesitaba.
En los 70 aparece Nate Archibald, quien en 1972-73 lidera en anotación y asistencias, hazaña jamás igualada en el circuito, pero otros jugadores que podían hacer las veces de armador también brillaron ofensivamente como Walt Frazier, Earl Monroe, etc.
Los 80 vieron la aparición de Magic Johnson, el extraordinario pasador con ojos en la espalda que comandó el Showtime de los Lakers. El líder en asistencias, John Stockton y el duro Isiah Thomas compartieron estelaridad con Magic.
Para los 90 sobresalen jugadores como Kevin Johnson, Tim Hardaway y Stephon Marbury, grandes anotadores desde la posición uno, como Allen Iverson quien manejaba mucho el balón, pero que era más un “dos” en cuerpo de armador.
El nuevo siglo vio el resplandor de un completísimo Jason Kidd y el gran tirador Steve Nash, dos veces MVP con Phoenix.
Pero en los últimos tiempos, sobre todo gracias al giro ofensivo del juego de poner la pelota en la zona restringuida a una más díficil de defender con el incremento en la utilización de los lances de tres, sobresalen portentos jugadores con una impresionante facilidad para conseguir puntos.
James Harden, Stephen Curry y Russell Westbrook son tres de los principales exponentes con impresionantes actuaciones, diferentes estilos, pero el mismo resultado de ser “asesinos de defensas”.
En ese grupo se incluye a Lillard que parece combinar el manejo del balón de Harden, el lance de distancia de Curry y el atleticismo de Westbrook, pero une a esto su valía a la hora de buscar decidir los partidos, su competitividad y la lealtad a su equipo.