Atípica temporada

En la campaña de grandes ligas que se proyecta efectuar este año se jugarán novecientos partidos. La cantidad más reducida de la historia moderna. La edición de 1981, cuando la huelga de jugadores interrumpió la actividad, para luego reanudarse, ha sido hasta ahora la más corta, se verificaron 1,443 partidos entre los 26 equipos que existían entonces. En 1994, en la otra gran huelga, aunque se efectuaron un poco más de juegos, 1,638 entre 28 conjuntos, las secuelas fueron peores; se cancelaron los eventos de postemporada incluyendo la Serie Mundial.

Esto quiere decir que la pandemia del Covid-19 va a reducir a un 37% todos los efectos de la fase regular del evento. En consecuencia los resultados estadísticos, tanto de volumen como de promedio, se les deberán poner un llamativo asterisco. La posibilidad que se rompan marcas porcentuales es amplia, las diferencias son mayúsculas. La exigencia de consistencia al atleta prácticamente se anula, lo que pudiese ser en condición estándar una racha se convertirá en hazaña.

Lo más penoso del caso es que afectará negativamente las aspiraciones de acumular cantidades en renglones vitalicios tanto de la ofensiva, como del pitcheo y la defensa para veteranos a los que el tiempo se les acorta. Albert Pujols es uno de los más perjudicados en ese sentido. Prácticamente caduca la aspiración de alcanzar los setecientos jonrones, iniciará la acción con 656, le faltan 44 y le restan dos años de contrato, este y el 2021. Únicamente Hank Aaron logró superar las cifras de setecientos jonrones, dos mil carreras empujadas y tres mil incogibles; el dominicano era candidato a igualarlo, ya ostenta los volúmenes correspondientes en incogibles y remolcadas.

Otro hispano al que se le afectan notablemente metas importantes es a Miguel Cabrera. Pretende convertirse en el primer venezolano con tres mil inatrapables y quinientos jonrones, comenzará con 2,815 y 477 respectivamente. Con 37 años y un contrato garantizado hasta el 2023 la posibilidad que alcance sus aspiraciones son positivas, la parte negativa es el descenso productivo que ha padecido en los últimos tres certámenes, cosa que incita pensar que le harán falta las oportunidades que no tendrá en este 2020.

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