CON LOS CAMPEONES
Temporada atípica
Décadas atrás la liga de béisbol dependía del apoyo gubernamental para celebrar su campeonato. Recuerdo cuando los dueños de equipo declaraban que no había condiciones para jugar por falta de recursos, como una manera de presionar al gobierno para que anunciara las tradicionales facilidades para el montaje del evento. Con la llegada del doctor Leonardo Matos Berrido a la LIDOM se logró la independencia económica y desde mediados de los años 90, el torneo ha podido organizarse sin depender de la ayuda estatal directamente. Con los estragos ocasionados a la economía por la pandemia del coronavirus, esa realidad va a cambiar radicalmente y la liga estará obligada a retroceder a los tiempos en que el respaldo gubernamental era imprescindible para que el campeonato de béisbol se pudiese celebrar.
La mayoría de las empresas atraviesa por una situación financiera muy difícil y en consecuencia no estará en condiciones de dar el soporte publicitario de los años recientes.
La reunión que sostuvo el licenciado Vitelio Mejía el pasado mes con los principales candidatos a las elecciones presidenciales, despeja cualquier duda en cuanto al rol que desempeñará el Estado en la celebración del próximo torneo.
Pero hay que estar conscientes de que el nuevo gobierno también tendrá sus arcas menguadas y con muchos asuntos prioritarios que enfrentar, por lo que sus aportes al béisbol también serán limitados. La liga y sus equipos deberán asumir el compromiso de montar un evento sobrio y acorde a la realidad que vive el país, para que la actividad pueda llevarse a cabo. También los peloteros tendrán que comprender que habrá que hacer sacrificios para que se pueda jugar. Como la temporada de las ligas menores fue cancelada y recortada la campaña de Grandes Ligas, muchos peloteros estarían dispuestos a participar en el próximo torneo, eso garantizaría un buen espectáculo deportivo en cuanto a la calidad en el terreno.
No obstante, habrá que establecer un protocolo operacional que faculte la celebración de un certamen sin mayores inconvenientes. Todos los actores tendrán que ponerse de acuerdo en cuanto a las condiciones sanitarias en que se va a jugar, si se permitirá la presencia o no de fanáticos en los estadios, cuál será la escala salarial de los peloteros y en muchos otros asuntos importantes. En sus manos está el éxito del torneo.