Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

TRIPLE TEAM

El deporte como medio de protesta

Tras los lamentables acontecimien­tos desatados en los Estados Uni­dos a consecuencia de la muerte del afroamericano George Flo­yd a manos de un policía en Min­nesota, no se ha dejado esperar la reacción de diferentes entes de esa sociedad.

El tema del racismo en ese y todos los paí­ses del mundo es muy amplio y difícil de de­batir. Hay posiciones extremas, intolerantes que todo lo quieren ver de un solo color cuan­do la vida tiene matices que un arcoiris no puede abarcar.

Otro punto a considerar es la violencia que ejercen los que están llamados a preservar el órden público y cuyas acciones, en muchas ocasiones, superan en brutalidad a las que supuestamente quieren desalentar.

Los deportistas, sobre todo los que perte­necen a las denominadas ligas profesionales en ese gran país de América del Norte, son un punto de referencia para los demás seres hu­manos por la trascendencia de sus opiniones y sus actuaciones.

Y en el marco del progresivo retorno a la actividad del baloncesto de la NBA, detenida desde principios de marzo por la pandemia del nuevo coronavirus Covid-19, algunos vo­ces se han levantado para reclamar que, en vez de regresar a la acción, lo que los jugado­res -en su inmensa mayoría de raza negra- lo que deberían hacer es dedicar su atención a reclamar, en las calles, un mejor “trato”.

Sin embargo, los que piensan como Kyrie Irving y Dwight Howard, por ejemplo, po­drían no tener un mejor escenario para de­mostrar el apoyo a su causa que la cancha de baloncesto y haciendo lo que mejor saben.

A partir del 30 de julio prácticamente to­dos los ojos, no solo de los seguidores del de­porte si no de aquellos que no lo son tanto, estarán sobre el retorno de la NBA que sería la liga de mayor trascendencia en los Estados Unidos que retoma su actividad tras el obliga­do parón por la pandemia.

Y además de servir como una válvula de es­cape, un entretenimiento para las personas que han sido privadas del deporte por varios meses, también sería una vitrina inmejorable para, con sus acciones en la cancha y uno que otro gesto de apoyo, los jugadores demuestren su disposi­ción en favor de las causas que enarbolan.

Muchos consideran que es un tiempo deci­sivo para “cambiar las cosas”. Tal vez el caso de Floyd es la gota que rebosó el vaso. Ade­más en noviembre hay elecciones en Estados Unidos y hay quienes van a sacar capital polí­tico a toda la situación.

Pero mientras los políticos y activistas so­ciales toman sus tribunas y escenarios natu­rales para compartir sus ideas, los deportistas y en este caso los jugadores de la NBA gozan de un privilegio que envidiarían muchos: una audiencia global y una atención casi absoluta para servir de canales a sus ideales. Y de un escenario natural: la cancha de baloncesto.

Tags relacionados