Tío y sobrino lideran a los 4 de los 50 Traviesos

Los delanteros de poder son una especie de puente entre los centros y los delanteros rápidos que combinan sus habilidades para conformar la denominada línea frontal en un quinteto de baloncesto.

Además de tamaño, fortaleza y sagacidad, los "4" deben aportar ofensiva, defensa y ayuda en la lucha por los rebotes a los defensores de la posición cinco y, no en pocas ocasiones, intercambian roles con estos dependiendo de los enfrentamientos.

En la selección de Don Virgilio y sus 50 Traviesos del programa de radio Cancha Entera y Deportes de LISTÍN DIARIO, el ranking particular de los power forwards fue dominado por un tío y un sobrino que además sumaron más de 20 años en la función de capitán de la selección nacional.

Soterio Ramírez (10). El Soty comenzó tarde a jugar al basket, pero aprendió como el que más. Letal en la ofensiva en la zona pintada, bravo en la lucha rebotera y disciplinado como nadie.

Jack Michael Martínez (11). El sobrino del Soty labró su paso como un extraordinario rebotero, inteligente pasador y controversial hombre de baloncesto. El número uno en la selección.

Pepe Rozón (15). Un consumado atleta que jugó cada posición, pero se destacó por su fuerza, entrega y pasión a la causa de sus equipos distritales y el equipo nacional.

Manuel Guzmán (22). Un subestimado que ha sido dos veces MVP en la vuelta regular y quizás el jugador alto con mejor lance de distancia en la historia de la justa.

José Molina (25). Jugador de fino, pero efectivo juego que podía hacer un poco de cada cosa, no cometía muchos errores y manejaba los fundamentos a la perfección.

Pedro Leandro Rodríguez (26). Un "gordito" engañoso que comenzó intercambiando "caricias" debajo de los tableros y terminó con un alto porcentaje en lances de tres.

Héctor Gil (28). Otra de las hechuras del genio de Leandro de la Cruz, que comenzó tarde a practicar el basket. Imparable en la zona pintada con su tiro de salto y gran defensor.

Carlos Paniagua (31). Completísimo jugador defensivo, dueño de un excelente manejo de los fundamentos, agresivo y efectivo al terminar contraataques.

Héctor Monegro (35). El Vikingo original. Certero en sus ataques cerca del aro, bravo y corajudo en sus ejecuciones y de las primeras fuerzas dominantes en el torneo distrital.

Felipe Payano (38). Un efectivo "griego" de juego poco ortodoxo en desventaja en tamaño y fuerza, pero que compensaba con ingenio y astucia.

Ramón Castillo (39). El Montante montecristeño fue pieza clave para el éxito mauriciano de mediados de la década de 1980. Otro de comportamiento por encima de su estatura.