CON LOS CAMPEONES
La pandemia de 1918 y el béisbol
La propagación del coronavirus ha afectado las actividades deportivas y el béisbol no ha sido la excepción, a tal punto de que el inicio de la temporada de las Grandes Ligas fue pospuesto y todavía no se ha podido comenzar a jugar. En 1918, cuando otra pandemia asoló el planeta, la campaña de las Ligas Mayores, aunque no fue cancelada, sufrió las consecuencias de la enfermedad conocida como Gripe Española. La temporada comenzó el 16 de abril y el uso de mascarillas por parte de jugadores y árbitros era frecuente, en partidos de asistencia reducida debido al temor a contagiarse. La participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial también afectó la campaña, obligando originalmente a reducir el calendario de 154 a 140 juegos por equipo, aunque finalmente sólo se jugaron de 126 a 128 partidos. La campaña regular concluyó el 2 de septiembre y la Serie Mundial se celebró del 5 al 11 de ese mes, entre Medias Rojas de Boston y Cachorros de Chicago. El último partido se jugó en el Braves Field, sede de los Bravos de Boston, en lugar del Fenway Park, debido a su mayor aforo. Ese encuentro propició la propagación de una nueva cepa del virus, causando una segunda oleada de influenza. Resulta que en agosto, soldados y marineros regresaron de la guerra y atracaron en Boston y como muchos eran portadores de la enfermedad, los contagios se multiplicaron entre la población y los visitantes con su asistencia al partido. Eso convirtió a la ciudad en el epicentro del brote en septiembre de 1918, que causó miles de muertes más. Entre las víctimas mortales de la gripe figuraron el periodista deportivo del Boston Globe Eddie Martin; el escritor de béisbol de Filadelfia Chandler Richter y Silk O’Loughlin, considerado uno de los mejores y más reconocidos árbitros en las Ligas Mayores. (lea más en listindiario.com)e