¿Tyson Vs. Holyfield III? Una pelea de justicia

¿A las tres es la vencida? La fe mueve montaña y Mike Tyson, uno de los grandes boxeadores de la historia, terminó su carrera como un gusano, ¡arrastrándose!, tanto en lo competitivo como en lo social…

Ahora, arruinado, en bancarrota, pero sin deudas y con su cabeza mejor puesta que nunca, regresará al entablado a los 54 años y yo lo veo magnífico, ¡vuelve el monstruo!.

Él dice que quiere ayudar a la gente metido en drogas, como estuvo en su peor momento, a salir de ese abismo y también pelear para causas benéficas.

EL PRIMERO: Ya se habla de chocarlo con el también exrey pesado, el grandote, Shannon Briggs, un gigante de 6 pies 4 pulgadas, de su misma barriada en Brooklyn, Nueva York. Sin embargo, creo que Tyson tiene muchos remordimientos por la forma que abandono el ring hace 15 años y como hizo con decenas de grandulones acabará con Briggs y con quien le pongan en asuntos de segundos. Él estuvo preparándose en silencio para este regreso que será uno de los grandes acontecimientos del boxeo en esta década.

¿Y EN LA OTRA ESQUINA?: De manera “extraña” Evander Holyfield, quien recientemente vio debutar a su hijo menor “Young Holy” en el MGM de Las Vegas en solo 14 segundos, dijo en las redes lo mismo que Tyson, regresa al entarimado a los 57 para fines benéficos, ya Tyson tiene contrato para Australia, por un millón de dólares limpio… Evander, también cayó en un hoyo negro económico, y entre sus caridad seguro querrá 30 o 40 millones por una tercera saga de una serie que le favorece 2-0, pero que muchos creen que lo logró a base de esteroides, malas artes: codazos, cabezazos, rodillazos, empujones y un sin números de herramientas prohibidas que le hizo salir de las entrañas a Mike el “Monstruo come Oreja” que al ver al viejito réferi Mills Lane despreocupado y sordo ante el “dominio” de Holyfield, provocó “el gran bocado” de la parte más divertida y sabrosa que tiene el cerdo.

UFC ABRIO USA: Es fácil decir que la lucha libre, incluyendo el gran espectáculo de WWE, no es un deporte… y si es un entretenimiento, y que pena porque ellos fueron los que mantuvieron inquebrantable su programación de espectáculo ante, durante y después que pase el COVID-19. En Nicaragua hicieron una velada de boxeo hace dos semanas ya, con poco público, separados por tres y cuatro asientos, y el sábado Dana White cumplió con su promesa de abrir las puertas de los Estados Unidos vía la Florida con un explosivo cartel de MMA, el cual tuvo sangre a granel, se pelearon títulos, un doble campeón anunció su retiro luego de retener su faja gallo, y fue un banquete; ¡ah, hasta un árbitro trabajo con mascarilla! Ellos se llevan el mérito de ser los primeros en patearle el trasero al Coronavirus y arrancar con las acciones en gringolandia.com; y lo mejor, en lo que el MLB, NBA, ATP, F1 y otros lo siguen pensando, el audaz White ya tiene dos fechas más para transmitir MMA sin público, la única salida para los deportes profesionales ante esta pandemia.