TRIPLE TEAM
Jordan da justo lugar a Pippen
Una de las frases que ha causado más revuelo tras la puesta en el aire de los primeros dos capítulos de la docu-serie “The Last Dance”, que aborda el último campeonato de los Bulls de Chicago en el baloncesto de la NBA, es la que profirió el máximo protagonista de la misma, Michael Jordan con relación a Scottie Pippen.
“Cada vez que hablen de Michael Jordan, deberían hablar de Scottie Pippen” fueron las palabras del considerado mejor baloncestista de todos los tiempos.
Es una extraordinaria forma de colocar en su justa dimensión los aportes de Pippen a la dinastía impuesta por los Bulls con seis campeones -dos seguidillas de tres- en un tramo de ocho campañas en la década de 1990.
Y es que el propio Jordan sabe que sin la presencia de Pippen en esos equipos, su trabajo hubiera sido más arduo y los éxitos no se hubieran acumulado en tal magnitud.
El impacto de Pippen en los Bulls de los 90 va más allá de los números, que de por si eran muy buenos y lo colocaban como uno de los más completos de su era.
Sobre todo la labor desarrollada en el costado defensivo por Pippen fue invaluable para los triunfos de los orientados por Phil Jackson.
Pippen era un defensor tan completo que durante la carrera de los Bulls por sus títulos se le pudo ver cubrir a jugadores tan disímiles como Mark Jackson, Magic Johnson, Charles Barkley, entre otros.
Si bien es cierto que pudo aprovechar la presencia de Jordan para accionar con más libertad en el costado ofensivo y del sistema de “Triángulo Ofensivo” diseñado por Tex Winters, a la hora de evitar que el equipo contrario perfore la canasta, el accionar de Pippen fue vital para el combinado de Chicago.
Su tipo de juego fue el complemento perfecto para liberar a Jordan de algunas decisivas asignaciones defensivas y que el número 23 pudiera llegar al final de los partidos con la energía suficiente para atacar.
El baloncesto es un deporte de equipo. Cada integrante de los Bulls puso su aporte para lograr el éxito. Sin duda que el de Jordan fue el más importante, pero tal vez sin la presencia de Pippen el resultado no hubiera sido tan satisfactorio. Y así lo reconece.