TRIPLE TEAM
De los mejores jugadores defensivos
Siempre que se habla de los mejores jugadores de baloncesto, una gran mayoría de los seguidores y fanáticos da mucho crédito a lo que puedan hacer a la hora de atacar el aro.
Pero definitivamente que el aspecto más difícil y tal vez menos valorado, como en casi todos los deportes, es el defensivo. Es conocida la máxima de que la ofensiva gana partidos y la defensa gana campeonatos.
Y es que un buen equipo defensivo nunca está perdido. Pero aquel que descuida ese lado de la cancha jamás tiene una ventaja segura.
En el basket local se han destacado muchos jugadores en esa faceta. Edgar de la Rosa es señalado por los temidos atacantes de su época como el más difícil defensor en la parte trasera de la cancha.
Como armadores también hay que recordar los casos de Okary Lenderborg, cuya intensidad en el costado defensivo a veces rayaba en la indecencia. Otto Vantroy era muy rápido con sus manos lo que le permitía interceptar muchos balones. Víctor Hansen también ejercía mucho dominio de la técnica defensiva.
Manuel Fortuna, un asesino ofensivo en el basket local, prácticamente labró su presencia en la selección dominicana dirigida por John Calipari en base a su defensa. Víctor Liz y Rigoberto Mendoza también han demostrado ser capaces de asumir los retos a la hora de defender.
En la parte delantera de la cancha se han concentrado muchos cultores de la defensa en el basket. Los altos Tito Horford y Grillo Vargas eran dos torres, sobre todo el primero con sus siete pies de estatura y su gran “tiempo” para bloquear.
Frank Prats fue siempre reconocido por su práctica defensiva. Un espécimen único tal vez era Kenny Jones, quien podía emparejarse con guards altos y delanteros pequeños con efectividad. Jack Michael Martínez, con su maestría para lograr la posición rebotero y sus “mañas” se destacó al igual que Marlon Martínez, su rival en muchas batallas aquí.
Jaime Peterson, a pesar de carecer de corpulencia, hacía un buen trabajo, sobre todo en la defensa aérea al igual que Bombo McKelly. José Molina, Domingo Rosario, Carlos Paniagua y Carlos Martínez muchas veces tenían la asignación de un refuerzo y lo hacían bien. Vinicio Muñoz, con sus largos brazos, ayudaba mucho al igual que Hugo Cabrera. Carlos Payano también se destacó. Se quedan nombres, pero se agota el espacio.
Evaristo Pérez y Víctor Chacón eran otros que tenían que “fajarse” con los refuerzos fuertes y altos. Anote en esa misma lista a Soterio Ramírez, Pedro Leandro Rodríguez y Montante Castillo.