Santo Domingo 26°C/29°C light rain

Suscribete

TRIPLE TEAM

Leo López, hombre del básquet

Avatar del Listín Diario
Alex Rdríguezblog.listindiario.com

Parece que no puede pasar un mes sin que la vida nos coloque en el in­cómodo momento de tener que re­ferirnos a una persona íntimamen­te ligada al baloncesto y que ya no está entre nosotros.

Toca el turno a Leo López, quien se especializó en coberturas alrededor de los jugadores do­minicanos en el béisbol de las Grandes Ligas, pero que nació, creció, se multiplicó y dejó de existir siendo un hombre del baloncesto.

No hubo una faceta que no fuera explorada por Leo dentro del baloncesto. Desde jugador, entrenador, gerente, narrador, comentarista, encargado de comercialización, etc. son pocos los que tienen un expediente tan completo.

Con los clubes Wichita y Astros junto a Andrés Vanderhorst y Leandro De La Cruz realizó sus incursiones en el tabloncillo, pero pronto pasó a una de las muchas tareas que dominó: la de cronista deportivo.

Su programa de radio “Leo y Osvaldo Hablan de Basket” fue un faro de luz y conocimiento en medio de la llamada época dorada del ba­loncesto superior del Distrito Nacional.

Poco después del inicio de la justa distrital (1974) ya Leo estaba sirviendo como na­rrador y comentarista para la cadena de va­rios de los equipos que participaban en el certamen.

Al ser un amplio conocedor del deporte se le hacía más fácil poder comunicar el movi­miento en los partidos, así como las tácticas y las estrategias que ponían en práctica los en­trenadores si le tocaba la oportunidad de ha­cer los comentarios.

Su voz fue sinónimo de “Selección Nacional” al integrar la cadena que durante los años 1980 y 1990, principalmente, se encargaba de recrear para la radio o televisión los com­promisos del equipo nacional tanto en el patio como en el extranjero.

“Arriba las manos” era su frase típica para in­dicar que los árbitros habrían de realizar tal movimiento luego de que un jugador ences­tara un canasto detrás del arco de los tres pun­tos.

“Fuera de ahí” fue su forma peculiar de descri­bir el momento en el que un bateador se diri­gía al dogout luego de ser ponchado.

Deportes Por Dentro fue otro de sus aportes en su faz de cronista, siendo un esperado es­pacio semanal de televisión que compartía con su partner, el inolvidable Frank Prats.

Dueño de un fino sentido del humor, a veces mezclado con un poco de ironía, Leo fue fuen­te y consultor para las posteriores generacio­nes de cronistas deportivos a los cuales valo­raba en su justa dimensión.

Su personalidad era casi siempre jovial lo que no le impedía, si la ocasión lo ameritaba, de­fender sus puntos de vista con una fortaleza propia del animal que encerraba su nombre.

Hasta siempre, Leo, de tu “zurdo favorito”.

Tags relacionados