MUJERES DE GRANDES LIGAS
“JOVEN ATLETA”
Al ser humano se nos hace difícil creer que las crisis son buenas. No fuimos creados para ellas. Sin embargo, históricamente prueban ser un buen recurso de resiliencia, creatividad y sacudión de realidad. Nos hacen recapacitar, despertar y analizar lo que debe ser prioridad. Ahora que cientos de prospectos del sistema de ligas menores han retornado a su hogar, hay un fuerte sentir de incertidumbre a la realidad. Aunque se han visto forzados a estar en tranquilidad, como juventud les cuesta manejar el desamparo monetario que están atravesando; aunque están contratados por la organización para la que juegan, no tienen garantizados entrada de salario ni en cuenta, ni en mano. Fueron enviados a sus hogares a la “buena de Dios” hasta tanto pase la crisis médica que todos enfrentamos. Joven atleta, ahora es un buen tiempo de pensar bien en las metas propuestas. Si ciertamente el béisbol puede darte una salida de la pobreza, al mismo tiempo puede dejarte con una mano alante y la otra atrás. Es válido pelear por los sueños, trabajar duro con tesón y determinación, pero no pierdas de vista de donde viene tu real provisión. Ahora que estás sentado, que puedes fríamente mirar las cosas de este lado, trata de chequear en que otras canastas puedes colocar tus huevos. El sistema de béisbol organizado puede ser una de las alternativas pero no le pongas todos tus huevos de manera definitiva. Hay muchas otras canastas en las que te puedes concentrar, sin descuidar lo que aspiras ser como profesional de grandes ligas. Ahora que estás sin pito y sin flauta, sin viajes ni prácticas, sin chicas en los stands ni rutinas en el ‘infield’ a realizar, piensa: ¿qué haría sino fuera grandes ligas?, ¿que haría si me botan mañana? ¿Hacia donde me dirigiría? ¿Como me sustentaría? Todos somos buenos viviendo el día a día, pero evitamos cuestionarnos y anticiparnos en situaciones sin potencial salida. Joven atleta sopesa. Esta crisis es un buen tiempo para analizar tu estrategia de juego de la vida. Aunque el sistema de grandes ligas te falle hay uno que siempre meterá mano por ti, en lo que puedas requerir. “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.”