PRIME ROUND
La canción de Fury anuncia la llegada de un verdadero rey

El viejo proverbio: “Como vaya la división pesada, así irá el boxeo”, tiene mucho sentido y más que eso, es como una sentencia cuando aparece en el escenario un personaje de la valía de Tyson Fury.
Muchas figuras del ring luego de un triunfo importante se han ido a celebrar a la disco, pero ninguno con el talento para cantar de Fury, quien acabando de noquear al hasta entonces imbatible Deontay Wilder en el séptimo round y recibir el cinturón CMB, interpretó sobre el ring del MGM: “American Pie”, dedicada a su esposa, Paris; provocando un coro colectivo e hizo mover la boca al viejo Bob Arum.
Luego de embolsillarse 25 millones de dólares por su paliza a Wilder, se fue a una de las discotecas más exclusivas de Las Vegas, “Hakkasan”, donde una mesa en el VIP cuesta 15 mil dólares y por donde deambulan los DJs Calvin Harris y Mr. Tiesto... allí también la noche fue de Fury (31-0-1, 21K0s), quien cantó “Sweet Caroline”, de Neil Diamond, alborotando a los presentes. Definitivamente Fury es un show y con sus ocurrencias podría ser la salvación del boxeo ante su falta de ídolos.
UNA GOLPIZA: Aunque subió al ring vestido de rey, la noche del sábado el británico no era el favorito, hasta yo que había criticado toda la carrera de Deontay Wilder, le di chance para ganar si conectaba su derecha a Fury… Esa fue la diferencia, el europeo anuló la derecha del gringo con su mejor técnica, dejando el poder en el aire, lo gana el dueño del entablado, el técnico. El de sangre irlandesa ya fue campeón y nunca ha perdido, pero él tiende a perder la cabeza con la grandeza, se vuelve loco y cae en los peores vicios, es su otro peligro.
VATICINIO: El “Loco” anticipó que noquearía a Wilder y salió con la campana en busca de ese objetivo, en el tercer round logró un golpe magnífico (como el que él sufrió al final de la primera pelea entre ambos en diciembre de 2018), depositándolo en la lona con una potente derecha a la cabeza, luego en el quinto volvió a tirarlo con un gancho al cuerpo, pero le descontaron un punto por empujar. Wilder empezó a sobrevivir entre la campana y los puños del británico, de 6 pies 9 pulgadas, hasta que el pleito fue detenido en el séptimo.
ALI-MARCIANO: La derrota detuvo a Wilder de pasarle a Muhammed Ali, empatados ambos con 11 defensas consecutivas en la división máxima; y de superar el record de Rocky Marciano de 49-0, con 43 nocauts. El norteamericano vio bajar su marca a 42-1-1, 41 KOs.
