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GRAN VOCACIÓN

Máximo Cordero: 48 años casado con boxeo amateur

El veterano de mil batallas sobre el ring ha visto pasar por su trabajo a varias generaciones de ídolos, medallistas, locales e internacionales.

El veterano de mil batallas sobre el ring ha visto pasar por su trabajo a varias generaciones de ídolos, medallistas, locales e internacionales.

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Yoel Adames F.Santo Domingo, RD

El viejo Centro Social Obrero era el lugar de visita obligatoria de la juventud cada domingo en la desahogada ciudad de Santo Domingo de los años 50 y 60 y como decenas de muchos que pululaban allí, el imberbe Máximo contrario a ellos entraba al escenario luego de las primeras tres o cuatro peleas.

Era el único momento en el cual su pasión por el boxeo y la economía se peleaban, de una forma tan temeraria, que reñían en sus adentros el pagar la entrada completa de 25 centavos para ver todas las peleas o dejar pasar la que sería una de las mejores de la noche para solo costear con 10 centavos su presencia, siempre ante las miradas desagradables de los maestros Ramón ‘Pata de Palo’ Paula y Pascual Sánchez (Kid Jigüerita), amos y señores de los ‘impuestos’ de la puerta.

“Así llegué yo al boxeo, tratando de economizarme 10 ó 15 centavos para ver las carteleras que presentaban los domingos en el Centro Social Obrero, y en esos mismos afanes, me enteré que estaban reclutando gente para un curso de jueces y de árbitros para los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en el país”, revela el hombre de boxeo Máximo Cordero, quien entró al ring desprevenido y jamás ha encontrado la puerta para salir.

Cordero es sin dudas el oficial más experimentado del campo amateur y profesional del país, pero no presume, no exige ni se niega a nada que sea trabajo de ring; a pesar de tener números que superan su “inmortalidad”, anda como un hombre común, como un soldado del boxeo, como ha querido ser.

El boxeo es su familia Máximo es el segundo hijo de cinco varones procreados dentro del matrimonio de los señores Rafael Cordero y Ana María Ramírez, en el sector de Villa Francisca. Sus hermanos son Rafael, contable de profesión y residente en Estados Unidos; Jesús, compilador y anotador de béisbol y softbol; Lucas y Tony, estos dos últimos fallecidos al igual que sus padres.

“La familia se ha ido poniendo corta, yo vivo en una casa con mi cuñada, viuda, porque no tengo hijos, mi hermano mayor vive fuera y Jesús, que es uno de los mejores en números de pelota y softbol, ¡yo se lo ‘echo’ a cualquiera!, nos vemos a veces.

“No tengo pareja, hace unos 30 años tuve una dama y me dijo incluso que estaba embarazada, pero su fue para San Francisco de Macorís y jamás la he vistoÖ Realmente, mi vida, mi matrimonio, todo mi tiempo inconsciente o no, se lo he dado al boxeo; cada segundo, cada minuto, las horasÖ le he entregado mi vida a esta disciplina, quizás no me la pidió, pero yo se la dí”, toma aire Cordero luego de un profundo razonamiento que le deja los ojos empapados.

JJOO de Los Ángeles Luego de 45 años de haber quedado entre los tres mejores árbitros del mundo en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, 1984, Cordero lleno de nostalgias recuerda que ‘ese evento jamás lo olvidaré’ porque fue cuando el romanense Pedro Julio Nolasco conquistó la primera medalla olímpica para el país.

Matusalén. Máximo Cordero es el juez-árbitro más experimentado del boxeo dominicano, con más de 15 mil peleas realizadas.

¿inmortal?. Él no presume, no exige ni gruñe a pesar de tener números que superan su “inmortalidad”, trabaja desapercibido.

Vieja gloria. A pesar de haber quedado entre los tres mejores del árbitros mundo en 1984, cobra 10 mil pesos como vieja gloria.

Máximo cuenta que una vez tuvo un gran amor, pero el boxeo no le dejaba tiempo para visitarla... y adiós.

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