Juegos más impactantes en historia béisbol local

El partido presagiaba un maratón de carreras, distante de ponerle “los pelos de punta” a los más de 14 mil fanáticos que asistieron al vetusto Quisqueya a observar a los dos grandes colosos de la pelota dominicana disputarse un único boleto disponible que lo conduciría hasta la final.

Las tres vueltas marcadas por las Aguilas en su primer turno, provocaron un panorama poco favorable para un Licey, que solo promediaba 3.4 vueltas en sus pasados cinco choques con las apuestas en contra para remontar y proporcionarle al encuentro el tradicional “sazón” que impera en los enfrentamientos entre los conjuntos más ganadores y de mayor fanaticada en el béisbol invernal.

Un empate a cinco, trece entradas jugadas, 19 lanzadores utilizados, un tiempo de duración de 6:30 horas al menos en la primera parte se unieron a la constante llovizna para provocar un inicio de la madrugada en vilo para los amantes del béisbol, quienes se fueron a la cama sin conocer el resultado de este encuentro que había iniciado el viernes a las 7:15 de la noche.

Consagrado desde ya como uno de los encuentros de mayores emociones de todos los tiempos en el béisbol dominicano, en que los equipos se combinaron para dejar a 27 corredores esperando remolques, este juego, que desde ya estaba marcado con la historia por ser el número 20 que jugaban los aguiluchos en un inusual Round Robin, se inscribió en los libros de récord por ser de los más históricos en los anales de este deporte.

Aunque se jugaron 13 episodios y 95 jugadores acudieron al pentágono no se produjeron jonrones que pudieran equipararse a unos batazos de extenso kilometraje conectados con anterioridad, con nombres históricos como el Tulilazo en la final del 2002; El Furcalazo también en un certamen de esta índole en 2006 y el Franciscazo en un Todos contra Todos de desempate contra los Gigantes en el 2014.

El choque, que comenzó el pasado viernes 17 y concluyó la noche del día siguiente ya reposa entre esos grandes de la historia, incluso con decisiones contradictorias de los auxiliares para uno y otro bando.

He aquí algunos encuentros que se equiparan a este triunfo de los Tigres 6-5 ante las Aguilas, cuya carrera decisiva fue marcada por un error de Ramón Torres tratando de retirar en la inicial a Jorge Bonifacio, quien había conectado un batazo al cuadro, que permitió anotar a Erick Aybar, quien estaba en la intermedia con doblete.

Final 1981, Águilas Leones

Una de las finales de mayor historia en el béisbol se decidió en un noveno partido por un boleto del relevista Jerry Agustine a Harry Spilman con los sacos repletos en la entrada 13 con el choque que estaba igualado a una vuelta, siendo este el único partido en la historia del béisbol dominicano que se han decidido por una transferencia, esta permitió anotar a Tim Raines desde la antesala y los Leones ganar entonces su séptima corona.

El Tulilazo d (Final 2002, Licey vs Aguilas)

Andy Abad a quien apodaban Tulile conectó un jonrón de tres carreras en el noveno episodio que viro el marcador y le otorgó la serie final al Licey 9-8 frente a las Aguilas en partido a casa llena en el estadio Cibao. Este has ido uno de los batazos de mayor historia en la pelota dominicana. El bambinazo fue ante Luis vizcaíno. Los Tigres ganaron 4-3 la final. Este partido fue efectuado el 31 de enero del 2002.

El Furcalazo (Final 2008 AC Vs. Licey)

Rafael Furcal disparó en la octava entrada del último partido de la serie final entre las Águilas frente al Licey, un jonrón hacia el jardín izquierdo para colocar arriba a su equipo con marcador de 2-1.

Furcal estaba 1-0 cuando el lanzador Dámaso Marte le tiró una recta baja y engarzó la pelota por el prado izquierdo. Las Aguilas ganaron su campeonato 20.

El Franciscazo (Round Robin 2014, Gigantes versus Licey)

Uno de los batazos que más emociones ha causado en la pelota dominicana es el llamado Franciscazo, el cual fue conectado por Juan Francisco en un partido de desempate en el Round Robin efectuado frente a los Gigantes el sábado 19 de enero del 2014.

GRAN FINAL El desplome de Anthony Chávez Apaga fuegos. El Escogido había borrado una ventaja de 6-2 que tenía el Licey y colocaron el marcador de su lado 7- 6, tras un doble de Abraham Núñez que remolcó dos.

Noveno inning. Anthony Chávez no había permitido carreras limpias en toda la temporada, pero, los Tigres reaccionaron con rally de 4 para poner el marcador 10-7 y ganaron la corona.

Andy Dirk. Dio un hit dorado que llevó al Escogido a lograr su décimo cuarta corona Dirks empujó a Freddy Guzmán con la carrera de la victoria 6-5 sobre las Águilas en la final 2012- 2013.