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Bienvenido Peguero vivió para servir

Cuando se recibe una noticia de esta categoría - un amigo que perece en un accidentese experimentan muchos tipos de sentimientos: sorpresa, ira, coraje. Más cuando se conocen los detalles del acontecimiento y hacia donde se dirigía al momento del penoso incidente: a encontrarse con su adorada hija.

Bienvenido Peguero fue una de esas personas que vivió para servir. Por lo que también sirvió para vivir según la teoría del profesor Juan Bosch.

Aunque nunca fue valorado en su justa dimensión, los que tuvieron la oportunidad de tratarlo de cerca pudieron disfrutar de su atención, su propensión a la cooperación y su don de gente.

Era un artista del diseño y del pincel. Hacía unos dibujos y cuadros que denotaban su calidad. Además de ser un especial recopilador y escudriñador del deporte dominicano. Y un excelente bailador.

Pero como una de las manifestaciones más penosas de la falta de institucionalidad del país, la falta de memoria y la indiferencia que el Estado ha mostrado siempre por ese tipo de trabajo, el esfuerzo de este tipo de persona cae en el olvido.

Dispuesto a compartir con quien así se lo solicitara, aunque también era un celoso centinela de sus investigaciones, Peguero se trasformó en una figura a veces quijotesca, pero mal valorada por quienes tenían el poder de estimular sus inquietudes.

Fue de la mano que Peguero que quien suscribe recibió las primeras estadísticas del torneo de baloncesto superior distrital. Eran los números individuales y totales, por equipo, entre 1984 y 1993, documentos fotocopiados en el popular establecimiento conocido como “El Sótano” de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

A partir de entonces se estableció una relación cordial de tal magnitud que años después, cuando en una mudanza perdió esos mismos registros, nos tocó reponerlos de la una forma simular.

Ahora no está con nosotros. Y no valen los discursos para exaltar su trabajo. Solo nos queda el consuelo de haber coincidido en la vida con un seguro servidor como lo fue Bienvenido Peguero.

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