De convivios y monitores en el deporte dominicano

Culminó durante el fin de semana el torneo U-14 de baloncesto masculino con el triunfo del equipo de Santiago.

Llama la atención esta victoria y da la impresión de que los santiagueros se están “sacudiendo” de una especie de letargo en los últimos años que los mantenían algo al margen de sobresalir en las categorías menores.

En el último par de años, en Santiago se ha puesto un gran empeño en realizar todas las actividades en las categorías de formación y esta es una muestra de su adelanto. Se ha sembrado y se ha cosechado fruto con rapidez.

El certamen es la etapa intermedia del programa de selecciones nacionales que lideran Maíta Mercedes y Melvin López con miras a conformar la selección nacional U-15 que verá acción en el Centrobasket del año próximo.

Antes ya se habían realizado unos convivios en diferentes provincias como paso previo a la realización de esta justa.

Y recordaba con nostalgia el compañero y colega Ramón Rodríguez la época en la que se hacían ese tipo de convivios en todas las disciplinas con niños entre ocho y 12 años.

En los últimos tiempos, el deporte dominicano se ha concentrado mucho -salvo honrosas excepciones- en los atletas de élite, descuidando la base.

Si el ministerio de Educación cumple la promesa de su incumbente Antonio Peña Mirabal de dotar de monitores, de forma paulatina, a las escuelas del país, podría constituirse en un verdadero paso gigante en el desarrollo deportivo del país.

Y es que se quejaba Maíta hace un tiempo que cuando los niños de 14, 15 y 16 años llegaban al proyecto, había que trabajar con ellos en los fundamentos del baloncesto antes de proceder a los planteamientos y sistemas de juego.

Eso porque ingresaban con muchas lagunas para dominar la técnica del deporte y se debía gastar mucho tiempo en ese aspecto para luego proceder a los renglones tácticos.

Pero si los niños pueden contar con monitores capacitados que desde temprana edad los instruyan en los fundamentos de cada deporte, a la hora de que lleguen a integran las selecciones de categorías menores ya tendrían un paso adelante y estarían preparados para asumir mayores retos.

Ojalá que se pueda hacer así.