Perder a propósito o desarrollar el talento

Una serie de eventos desafortunados han dado al traste con las aspiraciones de los Warriors de Golden State en esta temporada del baloncesto de la NBA.

La salida de Kevin Durant, quien firmó como agente libre con los Nets de Brooklyn, las lesiones de Klay Thompson -desde el año pasado- y Stephen Curry, en esta campaña, junto al retiro de Shaun Livingston prácticamente han desmembrado al exitoso equipo.

Entonces se plantea la interrogante de cómo afrontar la larga estación del básquet profesional de Estados Unidos.

Unos abogan por no gastar mucha energía, no poner mucho esfuerzo en ganar para perder la mayor cantidad de partidos y tener una mejor oportunidad de conseguir una selección más alta en el próximo sorteo de talentos.

Otros, sin embargo, propugnan que se permita el desarrollo a los jugadores que han tenido que asumir roles de mayor importancia ante la ausencia de los estelares.

No es recomendable para el negocio que cada vez que salga un equipo a jugar se sepa que tiene la intención de perder. Menos a uno que está estrenando una nueva ciudad y un nuevo estadio.

Además no es una garantía -con el sorteo de la lotería- que el equipo con peor récord tenga la mejor posición para escoger en el draft.

Es preferible que esos jugadores “suplentes” experimenten el rigor de encuentros competitivos y que la próxima campaña, con esa experiencia acumulada, el regreso de los estelares y una buena selección en el sorteo, los Warriors regresen a competir por uno de los primeros puestos de la liga.