Tyson Fury, un loco que vive en un mundo de sueños entre gigantes y millones

Él no es el campeón del mundo de los máximos pesos como lo anuncian en el boxeo, en la WWE y como ya empiezan a mencionarlo en la UFC. Esa conexión de Tyson Fury con la gente de los deportes de combates es una respuesta de la vida a un hombre que con toda la calidad de un rey para rato, el hacha de la fama le cortó la cabeza de forma tal que luego de una gran hazaña hubo que despojarlo de la corona unificada por tres de los cuatro organismos mundiales. ¡Se volvió loco entre la cocaína, el alcohol y el derroche de dinero!. No estaba preparado para manejar tanta riqueza tras conquistar el cielo ante Vladimir Klitschko a finales de noviembre de 2015.

La revancha ante Klitschko se esfumó, sus millones de desmoronaron ante los impuestos y toda la promoción de grandes marcas que le aumentaron el botín también se fue al fondo de la ignorancia y abonó una pobreza sepulcral.

Nació en Manchester inicialmente, pero tuvo que nacer de nuevo saliendo de ese abismo social, tres años fuera del ring, loco, loco de remate, en tratamiento siquiátrico y bajo observación permanente.

Fury regresó tres años más tarde destrozando a Sefer Seferi, luego al ranqueado Francesco Pianeta; llamó la atención del campeón del CMB Deontay Wilder y recibió un chance que parecía una dura empresa, pero técnicamente dominó al norteamericano durante los doce asaltos y en la postrimería del combate se levantó dos veces de la lona tras contundentes e increíbles caídas, que emparejaron las acciones y el miedo de los jueces a un nuevo campeón. ¡Tablas! Y el loco está pendiente a otro encuentro supermillonario ante Wilder.

STROWMAN Y LA WWE: Como muchas otras figuras, en lo que los negocios del boxeo se recomponen, Fury no ha podido reconquistar sus fajas AMB, FIB, OMB e IBO, a pesar de ‘empatar’ con Deontay y convertirse en el nuevo campeón ‘sentimental’ de la gente desde diciembre de 2018, jamás lo han dejado acercar al monarca gringo, un monstruo de 6’ 7’’ y de feroces cruces en ‘one-two’, y no importa la vergüenza del empate, pasó un año y nada y para 2020, quizás, primero prefirió al cubano Luis Ortiz, en el desquiteÖ Fury tampoco obliga nada, cada rival que quiera al rey Deontay debe pagarle cerca de medio millón de dólares como retador oficial y este le cede el paso, jajaja.