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A TIRO DE HIT

Difícil tarea para Chaim Bloom

Esta semana, J.D. Martínez tomó la decisión permanecen en Boston y no utilizar la cláusula de salida incluida en su contrato. De esa manera se posicionó para devengar un salario promedio anual de casi US$21 millones de dólares en las próximas tres temporadas.

Cuando evaluamos la situación, en realidad no sorprende la decisión de Martínez, considerando que en esta etapa de su carrera es básicamente un bateador designado a tiempo completo, por lo que sus opciones quedan limitadas a equipos de la Liga Americana. El contrato que firmó Nelson Cruz la temporada muerta pasada (US$14 millones por una temporada más una opción) es un buen ejemplo del trato que están recibiendo en el mercado abierto los jugadores de características similares al toletero de sangre cubana.

En Martínez, los Medias Rojas retienen uno de los principales bateadores del negocio, pero al mismo tiempo se complica el trabajo que tiene por delante Chaim Bloom, nuevo líder de operaciones de béisbol.

Resulta que la cúpula del equipo tiene el objetivo de tratar de mantener la nómina por debajo de US$208 millones de dólares, primera frontera del llamado “luxury tax” o impuesto al lujo. Retener a Martínez y a Mookie Betts juntos un año más resultará un gran reto. Betts puede declararse agente libre luego de la próxima temporada, y ha mostrado interés en vivir esa experiencia.

El regreso de Martínez aumenta la posibilidad de que el JMV de 2018 sea negociado en esta temporada muerta. Será una decisión que Bloom deberá evaluar cuidadosamente. Por un lado, estamos hablando de uno de los principales jugadores en MLB. Por el otro, será difícil obtener justo valor por Betts, considerando que quien lo adquiera sólo tendrá su presencia asegurada por una temporada.

Desde nuestra óptica, pensamos que los Medias Rojas iniciarán el 2020 con Betts en la alineación. Si el equipo sale de competencia temprano, pueden negociarlo en el verano.

Fuera de eso, vemos como un hecho la salida de Jackie Bradley, Jr. para eliminar su salario que podría rondar los US$10 millones en 2020.

En un mundo perfecto, Bloom cambiaría a uno de sus lanzadores abridores. Quizás el más viable sea David Price, siempre y cuando los Medias Rojas se responsabilicen de al menos la mitad de su salario.

Lo cierto es que Bloom tiene una misión nada envidiable en su primera temporada muerta al frente de los campeones de 2018.

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