¿Y el Deporte?

El Consejo de Ministros aprobó el pasado jueves el proyecto de Presupuesto General del Estado para 2020, que asciende a un total de 97,119.2 millones de pesos, lo que significa un aumento de un 8.1 por ciento con relación al pasado año. De acuerdo a los detalles ofrecidos por el director general de Presupuesto, Luis Reyes, se contempla principalmente una mayor inversión en educación, salud, el Sistema de Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 911 y para la construcción de obras como la presa de Monte Grande y la Línea 2 del Teleférico de Santo Domingo, además de un incremento destinado a los planes sociales del gobierno y para apoyar a las MIPYMES. Todo eso está muy bien, porque esas son áreas prioritarias que requieren de una especial atención por parte del gobierno. Pero, Reyes en ningún momento se refirió al deporte, por lo que es de suponer, que los recursos destinados a este sector seguirán rondando el 0.3 por ciento del presupuesto, como sucedió en 2019, lo que no se compadece con la importancia que reviste esta actividad para la ciudadanía en múltiples aspectos, comenzando por la salud, la prevención de la delincuencia y los vicios, el entretenimiento y la recreación, entre muchas otras cosas. Venimos de lograr una participación histórica en los Juegos Panamericanos de Lima y la actuación de nuestros atletas en eventos regionales, continentales y mundialistas sobrepasa todas las expectativas, para satisfacción de todo el país. Entonces, ¿por qué no brindar un mayor respaldo al deporte? ¿Cuándo se va crear conciencia de que el deporte no es un gasto, sino una inversión y que debe alcanzar alrededor del 3 por ciento del presupuesto? No me puedo imaginar hasta donde podrían llegar los atletas dominicanos si se aumentara el apoyo económico que actualmente reciben, lo que se traduciría en instalaciones adecuadas, más fogueos y mejores condiciones de vida. Y lo irónico de todo esto es que el rédito político que se sacaría a los éxitos deportivos de las delegaciones nacionales sería enorme. Además de que el país se beneficiaría grandemente con la proyección internacional de nuestros atletas. Lamentablemente nuestra realidad es otra y tendremos que resignarnos a ver al MIDEREC hacer de tripas corazón para satisfacer las necesidades del deporte dominicano, con unos recursos que alcanzan para muy poco. ¡Qué pena!