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MUJERES DE GRANDES LIGAS

”Llegará el tiempo”

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Carolina Cruz de MartínezSanto Domingo

Mientras estamos jóvenes, vigorosos y llenos de energía hay pensamientos que no nos asaltan. Pensamos que seremos eternos, inmortales, que no nos deterioraremos, que podremos rebasar el tiempo.

La realidad es que el tiempo siempre terminará rebasándonos a nosotros, que no hay tal cosa como la inmortalidad, que solo seremos eternos si conectamos a lo eterno, y que al final la vigorosidad y la juventud se van.

Los atletas no contemplan ni asimilan muy fácil esta realidad. Son personas de una alta inteligencia kinestesica, que dependen de su cuerpo como instrumento de producción y de rendimiento y están acostumbrados a demandarlo mas allá de la limitación humana. Los atletas de alto rendimiento no asimilan fácilmente el rendirse, el menguar, el someterse al efecto tiempo y gravedad. No envejecen en sus espíritus y mentes, por lo tanto no saben como conjugar el que su caja externa no concuerde con los mandamientos que solían acatar. Pero...llegará el tiempo donde aunque se luche contra lo físico el atleta no por eso vencerá.

Llegará el tiempo donde el atleta aprenderá a apreciar la vida desde otra perspectiva pues sabrá que no queda tiempo para malgastar. Llegará el tiempo donde los hijos crecerán, los amigos disminuirán, los ingresos menguarán y solo quedara el cuestionamiento de: ¿Qué hice con la vida que me tocó enfrentar?

Llegará el tiempo donde todo deportista reflexionará en como administró la plataforma que le tocó llevar. ¿Hice mi voluntad? ¿Malgasté lo que debía manejar? ¿Fui una influencia para bien o para mal? ¿Aproveché que tenía estatus, fama y poder para bendecir y servir, o para bendecirme yo y servirme a mi? Llegará el tiempo donde se nos auditará y se nos pedirá reporte de lo que se hizo más allá de exhibir un mero talento deportivo.

La vida es prestada por Alguien que sabe lo que amerita dirigirla. No fuimos colocados en este mundo por nosotros mismos y no tenemos la capacidad de saber que hacer sin preguntar por donde es. El qué tal haga al final tendrá que enfrentar todos esos cuestionamientos sin entender que ha llegado su tiempo.

“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”. Eclesiastés 12:13

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