MUJERES DE GRANDES LIGAS
“Asumiendo lo correcto”
No es fácil asumir, en ningún contexto. Como ente social hay muchos sombreros que nos tenemos que colocar: hijos e hijas, estudiantes, padres, madres, esposos, esposas, empleados, empleadores. Cada rol tiene su cuota de responsabilidad y nadie nos lo debe exonerar. Asumir es comprender lo que toca hacer con cada rol. Asumir es ejecutar lo que en teoría se nos enseña y explica. Porque muchas veces no asumimos como va? Porque muchos no fuimos enseñados adecuadamente. El que asume bien lo hace porque fue enseñado bien. Nadie sale a cometer un error, y si yerra, es generalmente una cuestión de ignorancia más que desobediencia. En el deporte asumir lo correcto es un pre-requisito para la buena sostenibilidad. Comprender que toca hacer con el rol de ser un deportista profesional es una responsabilidad que no se puede ignorar. Si el deportista no asume que debe cumplir un horario, cuidar su cuerpo al extremo, cohibirse de lo que muchos pueden hacer sin limite, etc., no podrá preservar su lugar. Muchos no quieren asumir el dejarse entrenar, preparar y formar y quieren volar antes de gatear; fanfarronear antes de solidificar su carrera, gastar antes de tener una seguridad financiera sin comprender que eso no es lo que va. Los atletas deben comprender que aprender a asumir lo correcto les evitará sinsabores y desaciertos. Asumir lo correcto les dará autoridad para manejar lo que toque enfrentar: desde lo personal y familiar, hasta lo profesional y social. Asumir lo correcto les dará discernimiento para decidir que hacer en situaciones de aprieto, de aflicción, de desafíos y de transición. Asumir lo correcto produce la pericia que exige la vida para meterle mano a las demandas de la misma. El que no asume lo que va cuando va, tendrá lagunas, deficiencias y carencias.
Muchas veces los atletas piensan que su habilidad deportiva es suficiente para asumir la vida. La vida tiene muchas terrenos de juego que ameritan mucho más que batear, encestar, correr o brincar. Asumir lo correcto nos dará la competencia de descollar sin importar el grado de dificultad.
“Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará.”