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Tribuna abierta

Anderson Hernández

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Luis Scheker OrtizSanto Domingo

Soy uno de los tantos miembros del Club Atlético Licey Inc, y uno más de los miles y miles de fanáticos seguidores de los Tigres del Licey que seguramente más que sorprendidos quedaron estupefactos con la nota de prensa mediante la cual la Directiva del Club daba la penosa noticia de haber dejado libre al otrora jugador estelar de los Tigres, señalando como excusa que “La organización siempre se mantuvo en comunicación con Anderson evaluando las diversas opciones y por acuerdo mutuo se decidió que quedara en libertad para que el continúe desarrollando sus planes dentro del beisbol profesional” .... ¡Pero no con el Licey! De lo que deduzco que la decisión estaba tomada de antemano.

Para congraciarse con la fanaticada de ese trago amargo en su cuenta de Twitter la Directiva extiende “su agradecimiento por los años de entrega total a nuestra a organización y agrega con singular sarcasmo: “Las puertas de los Tigres del Licey siempre estarán abiertas para Anderson y le deseamos la mejor de la suerte en el futuro.” Pero no con el Licey!

“Good by, baby. I see you later.

Por boca de un emisario, Junior Noboa, Gerente General del equipo, desagravia hablando en nombre de sus compañeros. “Resalta la gran entrega y el fervor con que Hernández se entregó a fin de ofrecer lo mejor de sí a benéfico de la alta nombradía de que goza el equipo del beisbol invernal dominicano y para el mejor disfrute ferviente fanaticada que lo sigue, la más grande del país.” Pero a lo hecho pecho. No creo que fuera de Junior la iniciativa.

Se recordará que hace apenas 8 años Anderson Hernández habiendo sido seleccionado como o refuerzo de para participar con las Águilas Cibaeñas en la Serie del Caribe, se vio obligado abandonar el equipo “debido a las presiones recibidas de su fanaticada” cierto; teniendo cuidado en divulgar el mensaje enviado por la Directiva del Club, con un fiel compañero de equipo, para persuadirle de que no le convenía jugar con el uniforme de las Águilas Cibaeñas.

En su cuenta de Instagram Anderson Hernández, con alta hidalguía, agradece al Club Deportivo Licey por mantenerlo en sus filas por más de 15 años, y remata con una verdad linda y lironda que lo dice todo y despeja toda duda: “Hubiera querido que el final hubiese sido de otra manera y no de esta Ö “ pero esto es negocio”. Sí, negocio propio de mercaderes carentes de ensibilidad, emborrachados de poder que echan al zafacón del olvido la gratitud, los sentimientos y los derechos del ser humano.

Anderson se merecía, porque se lo había ganado con creces, permanecer activo en el conjunto Azul, sobrándole talento y habiéndose entregado en cuerpo y alma a su fanaticada y a su único equipo, no ser desconsiderado como lo fuera antes Rafael Landestoy, el Guaba, jugador, manager, dirigente, hoy expulsado, sin razón y sin juicio previo con otros 58 miembros del Club Atlético Licey, deuda contraída por esta Directiva que tiene un alto costo porque con el honor y dignidad de las personas

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