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"LADIES OF THE ROAD"

Las mujeres toman el control de las motos en la planicie central de Brasil

Motos que rugen, botas, cascos y cabelleras largas, pero sin barba. En "Ladies of the Road", uno de los pocos grupos femeninos que participan en Brasilia del mayor evento de motociclistas de América Latina, las mujeres toman el control de sus motos.

"Nuestra idea es sacar a las mujeres de la 'garupa' [asiento trasero] e incentivarlas a conducir sus motos", dice a la AFP Sandra Beccaro, una de las líderes de "Ladies of The Road" [Damas de la carretera] durante el Brasilia Capital Moto Week (BCMW), que se celebra desde 2004 en esta vasta planicie a 1.000 metros de altitud.

Sentada en su Harley Davidson -negra y dorada- de 1.700 centímetros cúbicos y 400 kilos, Beccaro explica que el mundo de las dos ruedas era "muy machista" y que hace ocho años, cuando comenzó a conducir motos, "raramente había alguien que incentivara" a las mujeres a tomar el mando.

En el BCMW, uno de los principales eventos en el calendario capitalino, casi la mitad de los visitantes en 2018 (680.000) fueron mujeres, frente a apenas el 30% en 2014, según los organizadores.

Pero todavía hay muchas mujeres "garupas", una mayoría robusta de hombres en moto y los clubes femeninos de motociclistas son escasos: solo 10, de los 210 grupos inscritos este año. En 2018 fueron seis.

Beccaro asegura que su "grupo está creciendo rápido". Desde que se formó en 2010, cuenta con 680 integrantes, la mayoría en Brasil y con representantes en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. La única regla para sumarse es conducir una moto de más de 600 cilindradas.

- Fuera prejuicios -

Alice Castro, una apasionada del motociclismo, de 52 años, conduce moto desde los 19 y participa en varios grupos, incluido "Ladies of the Road". Su primer recuerdo en moto es junto a su abuelo, cuando era niña.

Junto a su Harley blanca, Castro cuenta que el motociclismo femenino tiene décadas y cita a las "Motor Maids" de Estados Unidos, fundado en 1938. Pero fue el "empoderamiento femenino" de los últimos años el impulso decisivo para que el movimiento crezca.

"Estamos logrando conciliar mejor nuestro lado profesional y familiar con esta gran pasión del motociclismo. Es algo común para los hombres llegar a casa, agarrar la mochila y salir para viajar con sus amigos. Para nosotras todavía es algo que evaluamos mucho", explica.

Y para dominar motos pesadas primero hay que tener confianza en sí misma y luego maña. Las Ladies, cuya mayoría posee motos de más de 1000 cilindradas, ayudan con el entrenamiento.

"La principal dificultad es que la mujer entienda que es capaz", agrega. "Los prejuicios no nos preocupan".

Y para muchas es hasta una terapia. "Mujeres que tuvieron un problema personal, perdieron a un hijo o se divorciaron encuentran alegría en nuestro grupo".

Paseando por el BCMW junto a sus compañeros, todos con el chaleco de cuero y las insignias de Cruz de Ferro Moto Club (fundado en 1997), Alfredo Lacerda cuenta que "el motociclismo se está adaptando a nuevas generaciones".

"Y ahora las mujeres están conquistando nuestro medio. Creo que es genial, porque en el pasado se las excluía (...) y ahora son bien vistas en los grupos tradicionales".

- Chao garupa -

"La 'garupa' es buena, es genial, es un contacto con la moto, pero conducir es algo totalmente diferente y apasionante", comenta Castro.

El mensaje de las "Ladies "incentivó a mujeres como Valeria Machado. Tras más de una década como acompañante de su esposo, esta abogada de 48 años sacará dentro de poco su licencia y tendrá su propia máquina.

"Para mí no es malo ser garupa", aclara Machado, contando su gusto por compartir viajes y disfrutar del viento en el rostro en la motocicleta de su marido.

Pero como "garupa no puedo tomar la iniciativa de agarrar la moto y salir. Ahora voy a tener más independencia, más libertad. Y la autoestima también mejora (...). Tener mi moto va a ser mucho mejor", dice sonriendo.

Nada como la experiencia de tomar el control.

"Yo creo que toda mujer nació para pilotar [motos], el tema es que todavía no lo saben", complementa Castro. "Usted que todavía no conduce, experimente, es liberador", agrega.