Gestión de crisis

Si algo debemos tener siempre presente es que resulta muy difícil, por no decir imposible, ocultar la verdad. En esta época de periodismo digital, lo que pueda ser conocido, será conocido. Sin embargo, el control de una historia y la imagen de una organización implicada, dependen de la manera de como se aportan informaciones sobre los hechos, tanto negativos como positivos.

Las malas noticias, como por ejemplo una demanda judicial, un escándalo de cualquier tipo o unos malos resultados, son el tipo de información de las que los medios de comunicación se preocupan, independientemente de lo que se haya hecho para divulgarla u ocultarla.

En estos casos, aunque obviamente resulta difícil, la meta es asegurarse de que el mensaje que la prensa ofrece al público es positivo desde el punto de vista de la organización. También, cerciorarse de que los periodistas obtienen lo que necesitan para producir sus reportajes.

¿Cómo se logra esto? La única forma es que la organización se prepare para este tipo de circunstancia, poniendo a punto un plan de gestión de crisis detallado.

Las principales cuestiones a considerar en este plan incluyen, determinar quién o quienes serán los responsables de dirigir la situación y quién será el portavoz de la organización, pues hay que hablar con una sola voz. Además, se debe dar facilidades a la prensa, proporcionando a los periodistas las informaciones que requieran para hacer su trabajo y acceder a dar entrevistas, bajo la premisa de que se debe considerar a los medios de comunicación los mejores aliados para que el público reciba una información veraz y se obvien las especulaciones.

Ocultarse y encerrarse en un mutismo absurdo, no soluciona el problema, sino que lo agiganta. Lamentablemente, que es el caso que nos ocupa, la mayoría de las entidades deportivas en nuestro país así es que proceden. De ahí que asuntos importantes, trasciendan de forma muy negativa en la opinión pública, debido a un manejo inadecuado de la crisis y las malas interpretaciones por carecer de un mensaje consistente y apropiado a los medios de comunicación. Ojalá algún día nuestros dirigentes aprendan la lección.