Juego de Estrellas

El Juego de Estrellas se comenzó a efectuar en el año de 1933 como parte de la feria comercial organizada ese año en la ciudad de Chicago. Fue idea del periodista Arch Ward, editor deportivo del Chicago Tribune.

El plan original era realizarlo por esa ocasión pero el éxito fue tan grande, asistieron 49,000 aficionados al antiguo Comiskey Park, que se decidió institucionalizarlo anualmente. Aunque los tiempos actuales y los contratos multimillonarios han variado el sentimiento, aún constituye un honor ser señalado para actuar en el mismo. Es una especie de premio otorgado por la afición a los mejores del momento.

En los más de ochenta años de vigencia de este tradicional encuentro han ocurrido hazañas que forjan su propia historia. Los dominicanos son parte de ellas. A partir del año 1962 se comenzó a elegir un Jugador Más Valioso del juego y en seis ocasiones estos han ganado el galardón: Juan Marichal (1965), Julio Franco (1990), Pedro Matínez (1999), Alfonso Soriano (2004), Miguel Tejada (2005) y Robinson Canó (2017) han sido los señalados.

Hay muchas otras proezas que señalar, pero una en particular es muy significativa debido a que ocurrió fuera del terreno de juego. Sucedió que en 1970 Ricardo Carty no estaba incluido en la lista de los candidatos a ser seleccionados por los fanáticos, pero su actuación ofensiva de ese año con los Bravos estaba produciendo resultados tan extraordinarios que la afición incluyó su nombre escribiéndolo manualmente en la boleta de una manera abrumadora, al extremo que recibió la cantidad de votos más que necesarios para que iniciara en el partido como guardabosque izquierdo de la Liga Nacional. Al llegar la pausa correspondiente, bateaba para promedio de .365 y había disparado 23 jonrones en 83 juegos.

El espacio disponible para señalar otras hazañas es limitado, pero dos no se pueden quedar: Juan Marichal participó en diez de estos clásicos, dos iniciando por la Nacional y en 18 episodios le anotaron apenas dos carreras, una sola limpia y en siete juegos en que Alfonso Soriano intervino conectó tres cuadrangulares, máxima cifra para un dominicano.