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GP 2019

¿Inicia Márquez la senda camino del sexto título?

Esa es la pregunta que muchos se harán después de la tercera victoria de Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) en lo que va de temporada y todo parece indicar que la respuesta es afirmativa.

La solidez de Marc Márquez tanto en entrenamientos como en carrera, con un ritmo que, poco a poco, como él dice que se deben de hacer las cosas esta temporada, encarriló su tercera victoria del año sin cometer los errores de Austin, en donde el "borrador" era el mismo que, por ejemplo, en Argentina o Jerez, dominio absoluto, pero el resultado final fue la primera caída en carrera de la temporada.

Muy duro

Ganar a Marc Márquez siempre ha sido complicado desde que está en MotoGP. Lleva 47 victorias en 113 carreras disputadas en la clase reina. Esto es un 41,59 por ciento. O lo que es lo mismo casi gana una de cada dos citas que corre. Ya cazó a Lorenzo como el español con más triunfos en la máxima cilindrada y le pasará en breve.

Pero si ya es complejo para los rivales, este año se antoja una ardua labor arrancarle de lo más alto del cajón. La razón está en parte en la máquina y, en parte, en el hombre. Por un lado, Honda puso todos sus recursos en lograr un propulsor que acabara con el dominio de Ducati en lo que a potencia se refiere. Esto se tradujo en la mayor velocidad punta, pero también en una gran aceleración. Parece que han pasado siglos, pero fue en 2016 cuando, en Mugello, Lorenzo fulminó al de Cervera, por aceleración en la meta. En Le Mans, una pista de constantes pequeñas aceleraciones, notó esa mejoría. Por eso las Ducati fueron sus rivales, porque también gozan de esa virtud. No como las Yamaha. "Nos falta aceleración, son mucho más rápidos en las rectas y es difícil buscar dónde adelantar", clamaba Rossi.

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