La cerrada lucha por el premio al Dirigente del Año en la NBA

Cada año hay muchos buenos candidatos a los principales premios en el baloncesto de la NBA.

Desde el Más Valioso pasando por el Novato del Año y el Mejor Suplente aparecen actuaciones destacadas que merecen ser reconocidas.

Pero solo uno puede ser el ganador tras la votación de los periodistas especializados que cubren la liga en Estados Unidos y Canadá.

En esta temporada, sin embargo, merece un acercamiento especial el premio al Dirigente del Año debido a la gran cantidad de entrenadores que han hecho trabajos sobresalientes.

Mike Bundenholzer, de los Bucks de Milwaukee, ha alcanzado las 60 victorias y el primer lugar de la Conferencia del Este cuando se esperaba que no pasara de un quinto puesto.

Otros dos en esa conferencia que deben ser tomados en cuenta son Steve Clifford, de los Magic de Orlando, y Kenny Atkinson, de los Nets de Brooklyn.

Los equipos de Clifford y Atkinson lograron avanzar a los playoffs, pero los pronósticos los señalaban para no estar más allá de un décimo lugar para ninguno.

Y como no mencionar a Nate McMillan, de los Pacers de Indiana. Luego de la lesión de su estrella Victor Oladipo la lógica indicaba que ni siquiera avanzaran a la postemporada, pero ocupan un sólido quinto lugar.

Si se toma la Conferencia del Oeste hay que señalar a Michael Malone, quien tiene a los Nuggets de Denver luchando por un inesperado segundo sembrado, al subestimado Terry Stotts, quien con una o dos estrellas siempre clasifica a los Trail Blazers de Portland, a Gregg Popovich, quien lleva 21 años clasificando a los Spurs de San Antonio y a Glen -Doc- Rivers con los Clippers de Los Angeles, a quienes señalaban para entrar en un proceso de reconstrucción.