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PRIMER ROUND

Sumar es ganar

Las matemáticas son malas para mucha gente, por eso se dedican a carreras o cosas que estén bien lejos de los números. Yo, particularmente no vine al periodismo por esas razones, viví un tiempo de la contabilidad, en mis años de bachiller y universitario novato hice inventarios a colmados y otros negocios pequeños en base a mis conocimientos comerciales adquiridos durante tres años en el Politécnico Nuestra Señora del Carmen. Todavía soy capaz, desafiando los nuevos aires tecnológicos, de los programas computarizados que alegran la vida a los contadores (hora sin hojas ni fichas para los mayores), de tomarme una hoja de 14 columnas, hacer mi diario general y luego realizar mis estados financieros, y hasta en cuentas “t” hacer mis mayores, los ajustes y hasta anticipos, si fuese necesario.

Durante todo ese proceso usted se la pasa sumando, en pocas ocasiones hay que restar y dividir, si multiplicar que es una gran forma de sumar si tiene que hacerlo, siempre queda un gran remanente para seguir hacia delante.

Quizás esa práctica de años, aunque ya no es parte continua de mi vida, me enseñó a que sumar no pesa y que cuando menos se desea, hay que volver a sumar.

El joven empresario Georgie Herrera me ha puesto a reflexionar al respecto, él se ha atrevido a bajar al lodazar del boxeo doméstico. Él ha metido a la OMB en el paquete, el organismo más exigente en la actualidad sobre pulcritud en los negocios del ring; la presencia de Herrera le dio confianza al ministro de Deportes, Danilo Díaz, para también tomar cartas en la búsqueda de soluciones; así va este mal ambiente ‘flojando’ y se empiezan a unir cabos por una unificación que abriría la opción de sacar a camino la disciplina que tanto amamos; pero ¿cuánto seríamos capaces de dejar nuestras diferencias a un lado y darle un respiro al boxeo? La pregunta está en el aire.

LA CARTA: La nube negra está sobre ambos lados del cuadrilátero; en la otra acera, la del camino olímpico, la fascinante maquinaria de hacer campeones, la inagotable chorrera de figuras del boxeo amateur que luego con sus regadíos reverdece el ring pagado; la gran Fedoboxa languidece y avergüenza a la familia deportiva con su lucha interna.

El boxeo de gratis tuvo un año para olvidar, de abandono, en 2018, sin salir a ningún evento internacional, solo en disputas internas, y el 2019 sigue igual, el presidente de Fedoboxa no va a los eventos ni a las ruedas de prensa de sus eventos siquiera, ¡no va a las asambleas de su propia federación!; si Juan Vargas está enfermo, si tiene otra ocupación que le impida ejercer su cargo debe tomar una licencia; dizque anunció que renunciaría en la pasada asamblea, luego hizo “plancha” y no asistió, jajajaja ¿quizás no lo dejan renunciar? Pero tampoco es necesario que renuncie; reitero, solo debe licenciarse y los estatutos dicen qué hacer... Ahora bien, es muy notable que el actual presidente, Vargas, y el saliente, Bienvenido Solano, al parecer no andan de las manos como en las últimas elecciones en las que el primero fue impuesto en la ñoña por el segundo, como si fuera una heredad.

Solano, quien hizo su trabajo en la Fedoboxa por 40 años consecutivos, ha regresado con una dura coraza de “Ad vitam” e “Inmortal” y también como “Director general” de copas; o sea, está más activo y fuerte que cuando fue presidente y está eclipsando la gestión debilucha de Vargas. A propósito, me enseñaron una carta muy triste de Juan, en la cual se queja del trato que se le brindó a su representante en la Copa Independencia, en Santiago. ¿Qué pasó ahí? Bueno, Solano era el director General de ese evento y al parecer no le dio ‘cancha’ a la máxima autoridad, que es la federación; jajajaja. No lo creo, se me hace difícil. ¿El Ingeniero? ¿Qué fue lo que pasó Majúa? Explícame tú que vives en Santiago ¿O llamo a Rolin?.

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