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PRESENCIA DOMINICANA

Efectos de la Serie Final

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Tony Piña CámporaSanto Domingo

Fue más que justo el otorgamiento a José Sirí del galardón de Jugador Más Valioso de la Serie Final recién concluida en la que las Estrellas Orientales obtuvieron el título de campeones nacionales.

Sirí desarrolló una feroz ofensiva que concluyó igualando marcas históricas. Su promedio de bateo de .591 empató con el que Mateo Alou logró en 1960 con los Leones del Escogido para un evento extendido a seis juegos y sus cinco bases robadas se emparejaron con las que en 1981-82 alcanzaron Eddie Miller y José Moreno del Escogido y en 1990 Stanley Javier con Águilas Cibaeñas.

La marca general de promedio de bateo para una Serie Final pertenece a Emilio Bonifacio. En 2008-09 conectó para .615 con los Tigres cuando barrieron a los Gigantes, al disparar ocho sencillos en trece turnos al bate. Ese certamen duró cinco partidos, por lo que Sirí y Alou poseen el récord en ese renglón para un evento de seis partidos.

El promedio de bateo del guardabosque central verde fue fruto de trece incogibles en 22 veces al bate, incluyendo tres dobles y un cuadrangular permitiéndole acumular un astronómico slugging de .864. No obstante este promedio quedó por debajo del que en 1979-80 alcanzó Mickey Hatcher con el Licey de 1.150. Hatcher logró la hazaña al disparar en esos seis partidos cuatro jonrones con los que estableció marca, tanto para una serie de esa cantidad de enfrentamientos, como a nivel general. Posteriormente, Mendy López en 2006-07 y Wilson Betemit en 2009-10 también conectaron cuatro cuadrangulares, pero en series de siete y nueve partidos respectivamente.

Pitcheo Las columnas vitalicias de la ofensiva no tuvieron cambios importantes en sus totales históricos con los resultados logrados este año, pero las de los lanzadores sí. Sucedió un atrayente movimiento protagonizado por Raúl Valdés y Evan Maclane. El estelar de los Toros, en su única apertura, ponchó a cinco rivales alcanzando la cifra de 48 de por vida empatando con Julián Tavárez en la primera posición, con la diferencia a su favor que esa cantidad de outs sacados por esa vía los consiguió en 45.1 de entradas, mientras Tavárez los produjo en 74.2. Por tal razón, Valdés es el único lanzador en los anales del evento culminante del béisbol profesional dominicano que enseña un promedio de más de nueve ponchados por cada nueve entradas coronadas, entre los que han completado un mínimo de treinta. Su porcentaje es de 9.53 y supera a Fernando Hernández quien tuvo 8.10 en cincuenta episodios. Después de la señalada actuación del zurdo de los Toros en la que permitió tres anotaciones en 7.1 capítulos, su Promedio de Carreras Limpias subió a 1.79, pero aún así se conserva en la sexta posición de los siete que lo han mantenido por debajo de 2.00.

Por su parte Maclane fue utilizado por las Estrellas Orientales como relevista, realizando una labor con resultados que se acercaron a la perfección. En dos presentaciones y seis episodios no aceptó anotaciones, no otorgó pasaportes y apenas le conectaron dos hits. Esto llevó a colocar su nombre en el liderato de por vida del importante apartado de menos corredores permitidos por entrada lanzada, conocido como WHIP; 0.774: en un total de 41.1 episodios ha permitido treinta incogibles y otorgado dos bases por bolas. Asimismo su PCL descendió a 1.32 colocándose en el tercer lugar de la lista, detrás de Víctor Cruz que tuvo 0.91 en 29.2 episodios y José Núñez 1.19 en 37.2.

En conclusión, cabe destacar el trabajo de Néstor Cortés con los Orientales. En las dos ocasiones que abrió juego, incluyendo el culminante en el que se coronaron campeones,

completó el sexto episodio sin aceptar que le cruzaran el plato, obteniendo ganancia en cada una de esas decisiones. Lanzó en total doce episodios sin anotaciones. Nadie llegaba a esa cantidad de entradas con un dominio así desde la serie de 1968-69 cuando Danilo Rivas con el Escogido consiguió consumar catorce entradas sin consentir carreras. En esa ocasión los Leones derrotaron a los Orientales cinco victorias a dos y Rivas posee la marca de más episodios sin permitir anotación en una Serie Final.

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