MUJERES DE GRANDES LIGAS
“REMENDADOS”

MEZCLAS: Hay teorías en el mundo que nos influencian; influencian nuestro proceso de toma de decisiones, de filosofías de vida, de actitudes y comportamientos. Esas teorías trazan esquemas de cómo vivir y sobrevivir en un mundo que tiene muchas líneas de pensamiento. Cada uno de nosotros se identifica con una o dos o tres teorías y nos convertimos en un producto terminado de muchos tipos de mezclas.
Dentro de ese proceso de identificación y exploración nos vamos mezclando y mezclando y nuestra personalidad va recibiendo distintos tipos de información. Nos volvemos como Frankenstein, como una criatura con dos y tres cabezas, dos brazos, cuatro ojos, etcétera. Tomamos un poquito de aquí, un poquito de allá, gestos de aquel, expresiones de este, reacciones de Papi, de Madrina, de la teacher, etcétera. Y al final terminamos siendo resultado de muchos y muchas, sin originalidad.
Esto se traduce al contexto general, y al ámbito deportivo. Atletas y deportistas son el resultado de muchas influencias ambientales y generacionales que ellos mismos no identifican como algo ‘malo.’ Vienen como productos remendados, con distintas partes de cada quien, y cuando son expuestos a los distintos ambientes van saliendo los distintos personajes que tienen en su ser. Va saliendo el tío Alfredo que es gruñón, el padrino Checho que es huraño, conductas infantiles reflejadas de años y hasta secuelas de personalidad odiadas en algún familiar. Muchos desafortunadamente no se dan cuenta que imitan, personifican y arrastran comportamientos del entorno y que no necesariamente viven de acuerdo al diseño original con el que fueron creados.
REMENDADOS: Todos nosotros venimos remendados. Remendar es arreglar una cosa vieja o rota, poniéndole un parche, en especial una prenda de vestir; es reforzar con remiendo. Muchos atletas están remendados porque vienen de trasfondos rotos, débiles, emocionalmente viejos, rígidos, con espacios incompletos y el entorno (familia, escuela, comunidad, amistad) puso sobre ellos remiendos para tapar o reforzar las faltas que no tenían herramientas para enfrentar. Esos remiendos salen a relucir cuando repiten ciclos conocidos en la familia, los apellidos, el gentilicio o la comunidad, y no saben distinguir como desviar, detener o manejar.
Los remiendos no son buenos, porque se ven feos sobre piezas de vestir que han sido hechas para lucir. A veces nuestros atletas cometen errores que no vienen con la intención de dañarse o dañar. Ellos mismos no están conscientes que están peleando con remiendos que fueron pegados y cosidos, y que no permiten que salga el diseño original. Hay un diseño único, auténtico que a cada deportista se la ha establecido, pero los remiendos ambientales y generacionales impiden que sea conocido. Los remiendos de tosquedad, terquedad, lascivia, rebeldía, descontrol, impulsividad han hecho que muchos diseños sean opacados, ocultos, desgraciados y enterrados. Hay muchos atletas que nunca conocieron su diseño original y vivieron y viven esclavizados de los remiendos de su propio entorno, de la sociedad, de la falta de conocimiento y de la presión social. Muchos sucumben por no entender que son más de los que el remiendo les ha permitido entender; son más de lo que la familia les ha permitido conocer, más que los amigos le han comunicado o dicho, y mucho más que lo que los fanáticos o un equipo puedan decir.
Es bueno que los atletas se trabajen e identifiquen las áreas donde tienen remiendos. Eso hará que tengan autoridad sobre situaciones y cosas que tienen dificultad para manejar. El diseño original trae todo el equipamiento para el manejo óptimo y adecuado de cada cosa y lugar y nunca traerá feura a la ropa que se usa para portar.
´Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.ª S. Mateo 9:16
Hasta la próxima.
